Disputa (libre)

Emile sonrió al oir aquella respuesta. Tenía razón, le tocaba a él demostrarle lo que era capaz de hacer.
Sus labios se posaron de nuevo sobre los suyos, abrazando su amplio pecho mientras sus manos bajaban hasta introducirse por debajo de su camisa, acariciando su piel.

Cuando el beso terminó, Emile acarició la entrepierna del mayor con su rodilla mientras lamía su oido con lujuria.
Después, su mano acompañó a su pierna, masajeando suavemente su sexo por encima de su ropa.

-Uhhh... parece que no ha desaparecido toda la líbido... - comentó sonriendo pícaro al notar el tamaño de su sexo en sus manos.

Lentamente, se arrodillo frente a Leonard, y procedió a desabrochar su pantalón, observando el miembro del mayor que se ofrecía ante él. Relamiendo sus labios, le dió una suave lamida a su punta.

Aquella boca habia tomado un camino interesante, le supo muy bien su sabor y su calor...casi parecia saborear un bollo recien salido del horno...expectante por el primer mordisco por toda su superficie esponjosa.

La manita aquella estaba un poco "fresca" contra su piel, un debil cosquilleo le invadio al sentirle...parecia como un plumita que recorria su piel enchinada por aquellas acciones.

-Ugh...supungo que se despertara por completo....- hablo un tanto agudo saboreando aun el beso anterior y sintiendo aquellos roces con la mano y la rodilla de Emile sobre su sexo ligeramente mas despierto.

Cuando se inclino la vista fue de lo mas erotica, asi entre sus piernas extrayendo de sus ropas a aquel pene endurecido y vibrante entre sus pequeñas manos, aquel besito le hizo tener un espasmo...muy morboso.

Sonrió cuando vió reaccionar el miembro de Leonard entre sus manos. Era grande y deseable, y Emile lo acarició muy suavemente, dedicándole pequeños besos y lamidas. Lo sentía caliente, duro como una roca.
Suavemente, pasó su lengua por sus testículos, succionándolos ligeramente para luego liberarlos mientras continuaba acariciando su falo con visible placer.
Después, la boca volvió a unirse a sus manos, dejando que su aliento recayera sobre la delicada piel de su glande.
Elevando su rostro, lamió sus labios mientras le miraba, y, muy lentamente, se dirigió hacia él con su boca entreabierta. Su rostro mostraba un ligero sonrojo y sus ojos le observaban algo enturbiados, mientras sus labios rodeaban su miembro dejándolo entrar en su boca; en un principio, sólo su punta, después todo lo que fue capaz de abarcar.

-¿Mejor...? - preguntó mientras se separaba de él, dejando su sexo húmedo por aquel leve contacto con su boca, con su saliva...

Sus dedos continuaron jugando con la suave piel de aquella zona, acariciando sus testículos mientras le miraba con ojos de deseo.

¿Que mas podia desear un hombre como el?..a veces ser un poco descarada y tener la moral un tanto baja tenia sus recompensas, sensuales chicos como aquel, sumergiendole en la voragine de los placeres sexuales.

Entrecerro su vista, aquella fresca boca le provocaba ciertos estremecimientos, estaba mas que empalmado..y entregado al magistral manejo de aquella boca por todo su pene.

La boquita aquella se esforzaba para alojar todo su sexo en ella, deberia "agradecer" propiamente a aquello, afuera por el pasillo se escuchaban voces...el que los sorprendiesen en esa posicion hacia de aquel "jueguito" algo mas intenso.

-Mucho mejor, pero...quiero saber cual es mi sabor...anda besame mientras me ocupo de desalojar ese trasero tuyo de la ropa tan estorboza que llevas, deseo verte...y tocarte.

Oyó como alguien pasaba cerca de allí, y su mirada se giró ligeramente asustada. Su respiración se detuvo durante unos instantes, hasta que comprobó que nadie entraba.
No estaban seguros en aquel lugar, en cualquier momento podía entrar alguien y sorprenderles, pero aquello sólo excitaba más a Emile, el saber que podían pillarles hacia todo más deseable. Sonrió suavemente al pensar aquello y le miró de forma pícara.

Escuchó las tentadoras palabras de Leonard y, lentamente subió hasta su rostro, acercándose a sus labios para besarlos lenta y profundamente. Quería que degustara bien su sabor, tal y como él había pedido.
Sus manos rodearon el cuello de aquel hombre, cerrando sus ojos mientras se entregaba completamente a él. Necesitaba sentir su tacto sobre su cuerpo, aquellos juegos, habían logrado que también su cuerpo respondiera, y su interior parecía arder ante su contacto.

-Hazlo, Leonard... -susurró en su oido, entreabriendo sus labios mientras se perdía en aquellos ojos - Soy todo tuyo...

Teniendo el permiso de Emile haria y desharia a su entero placer.

Su boca no tardo mucho en reaccionar cuando aquel beso llego, pudo capturar en su paladar el sabor tan peculiar de su miembro, enrosco su lengua con la del chico mientras sus manos se posaban en la parte delantera del pantalon del otro, se deshizo de los amarres del mismo mientras rozaba ya sus labios con los de Emile.

-¿Mio?...yo trato muy bien a las personas que son mias...- su labios se dejaron cerca del oido del mas chico para lamer el lobulo pasando a morderlo ligeramente despues.

Se escucho un sonido de algo caer, los pantoles del mas joven yacian en el piso...sus manos entonces viajaron por aquellas nalgas acariciandolas, estrujandolas entre sus manos...Emile...tenian un traserito pequeño, rico y firme.

Sus ropas cayeron al suelo. Emile gimió suavemente al sentir como su lóbulo era rícamente mordisqueado. Aquel hombre era todo un experto, parecía conocer su cuerpo a la perfección tocando en el punto exacto en cada momento.

-Aaaaaahh....... aaaaa..... Leonard........... aaaaaaa.... - susurró llevando sus labios a su cuello, escondiendo su rostro en él.

El chico, besó su cuello lentamente, sintiendo su pulso bajo su piel latir con fuerza, y, jadeante, apoyó sus manos en su pecho, separándole ligeramente de él. Sus manos retiraron la camisa de Leonard, acariciando su amplio pecho con deseo.

Dejo que le quitase la camisa mientras escuchaba aquellos gemiditos ahogados que tenia Emile.

-Aun no empezamos y ya gritas de placer estas uy sensitivo.- uno de sus brazos se envolvio en aquella cintura para atraerlo a el, mordio el labio del chico sin sacar sangre tan solo queria verles mas rosados o rojizos de lo que ya estaban.

Luego volvio a la tarea que sus manos tenian que hacer bien, los boxers fueron descendiendo de a poco mientras las palmas de sus manos tocaban toca aquella terza piel, la punta del sexo de Emile se asomo, rojiza...y humeda...jugosa en pocas palabras.

En segundos la ultima prenda era retirada, su mano no tardo en tocarle...masajeando los testiculos e internando un dedo entre las nalgas para acariciar...a su victima proxima.

-Estas tan caliente de aqui...- dijo morboso como el era.

Su rostro se enrojeció al oir su comentario. Tenía que aprender a controlar sus reacciones, pero, su cuerpo ardía de ansiedad por sentirle. La sola visión de la hombría de Leonard, descubierta, grande y erecta, y las caricias que le había dedicado a su propia zona sobre la ropa habían hecho gemir de deseo a Emile.

Los boxers bajaron, dejando poco a poco su miembro a la vista del mayor, cuya mano, no tardó en tocar tan delicada zona, masajeando sus testículos.
No pudo evitar morder sus labios para evitar gemir de nuevo al sentirle, y sus manos se aferraron a su hombro al sentir cómo su dedo se internaba entre sus nalgas para acariciar su entrada.
Escondió su rostro en su hombro, enrojecido completamente, abriendo sus ojos al oir aquel obsceno comentario.
No dijo nada, pero sus manos parecieron temblar ligeramente y, sus piernas se abrieron apenas unos centímetros, para hacer más fácil su acceso a ese lugar.

-¡Tómame, Leonard! - le dijo finalmente, lamiendo el lóbulo de su oreja - Quítame este calor que me devora

Pego su rostro al del otro sintiendo el tacto calido de sus mejillas, ligeramente invadidas por un sonrojo delicado y excitante, el solo hecho de tener ya en aquel estado le hacia sentirse bastante bien, quizas un poco altivo pero al final de cuentas el tambien estaba excitado.

Su mano sintio un poco mas de lugar para maniobrar, aquellas piernitas se habian abierto un poco, la yema de sus dedos tanteaba la piel suave de la zona anal del chico, mientras jugaba a "pinchar" un poco el apretadito ano que resentia esos toques contrayendose levemente.

Cuando esas palabras llegaron a su oido no tardo mucho en ponerse de pie para pegar su cuerpo desnudo contra el del otro, le agarro de las nalgas para alzarlo, cargandole...dirigiendose a una camilla cercana de la enfermeria, le dejo sentado en ella con las piernas abiertas se acomodo entre ellas mientras sus dedos tocaban los erguidos pezones...masajeandoles.

-Estas tremendamente estrecho..¿lo quieres asi? que te tome sin dilatarte...seria un poco intenso pero la verdad es que quiero lamer cada contorno de tu ano...y dejar que mis dedos lo dilaten a su gusto.- comento mientras besaba sus labios levemente, su mano descendia ya por el vientre de Emile cobijando su sexo en ella para masturbarlo.

Sintió sus labios de nuevo sobre los de él, recibiéndolos con sus ojos cerrados. Al separarse, acarició su rostro sonriendo suavemente. Se estaba preocupando por no dañarle...

-Si es lo que deseas... - le comentó.

Le daba cierta pena que hiciera eso por él, pero comprendía que era por su bien, así que dejó que el mayor decidiera como llevar la situación. Seguramente, tendría tanta o más experiencia que él, y se vería bello cuidando de él. El único problema, sería sujetar aquellas ánsias que sentía por sentirle dentro de él.
Su pecho, respiraba ligeramente agitado y, antes de darse cuenta, sintió como su miembro era masturbado, obligandole a entreabrir sus labios ante tal acción. Sus ojos se perdieron en aquella mano que le atendía hábilmente. Era delicioso...

Su mano le procuro un tacto detallado a aquel pene, estiraba la piel del mismo que poco a poco se ponia aun mas caliente, la punta en particular tenia un rojo exquisito no engañaba la necesidad de su dueño por ser complacido.

Lamio dos de sus dedos en realidad no tardaria demasiado en prepararle, le habia puesto caliente y debia pagar las consecuencias de sus acciones.

Los dedos ensalivados descendieron por entre ambos posandose en el ano del chico, acaricio el esfinter notando unas contracciones deliciosas, con paciencia sus yemas entraron abriendose camino entre la carne estrecha de la cavidad, se inclino sustituyendo a su mano con su boca para probar aquel sexo erguido y duro.

Su cuerpo se recostó sobre la camilla ante sus caricias, dejándose llevar por ellas. El suave tacto de sus manos en su miembro, sus dedos, acariciando su entrada con delicadeza...
Y comenzaron a entrar en él. Emile arqueó su espalda ante aquella invasión y tuvo que llevar una de sus manos a su boca para morderla ligeramente, evitando que un gemido escapara de su garganta, amortiguando su sonido.

La boca de Leonard sustituyó a su mano, lamiendo el miembro que antes había acariciado con habilidad.
La respiración de Emile se volvió pesada. Desde donde estaba, podía ver el rostro de Leonard inclinado sobre su sexo. Se veía tan sexy...
Su mano, bajó hasta sus cabellos, acariciándolos con delicadeza, tensando todo su cuerpo cada vez que Leonard le torturaba con sus dedos más intensamente. Entonces, mordía sus labios mientras apartaba su visión de él, sintiendo como un intenso calor se apoderaba de su cuerpo.

Una vez dentro sus digitos comenzaron a moverse primero en circulos, despues urgaban un poco intentado alcanzar aquella glandula erguida en el cuerpo de Emile...la prostata suave como un monticulo que era el punto de placer en todo varon, aparte claro del que el lamia con bastante impetu.

Dejo libre el miembro del otro mirando el pujante glande ligeramente ensalivado, se atrevio a soplar para mirar los espasmos que tenia, sus dedos habian obtenido un ritmo constante chasqueandose contra aquel ano semi dilatado...y que al parecer pedia una "alimentacion" mas propia.

Se puso de pie no sin antes tomar con su mano libre aquella que le acariciaba la cabeza, beso la palma, para luego morderle le muñeca..dejando una marca que luego lamio.

-Venga, dejame oirte...o te dare verdaderas razones para "gritar".- dijo pegando su frente a la del otro mientras sus dedos acosaban aquella anatomia con un poco mas de rapidez, su mano ascendio al pecho para estrujar un pezon, estirandole y pellizcandole.- Usa tus manos Emile, las mias estan ocupadas...ayudame tu tambien.- menciono un tanto sensual y otro poco acalorado, el si que no era de piedra y la entrepierna dolia.

Apenas podía contener sus gemidos. Sus roces a su próstata y el ímpetu con el que devoraba su sexo hacía que su pecho se agitase intentando controlar su respiración. Sus ojos apenas se atrevían a mirarle, girando su rostro sonrojado mientras cubría su boca con su mano para impedir que salieran pecaminosos sonidos de sus labios.
Aquellos suaves soplidos sobre su ansioso miembro casi le hicieron perder la compostura, al igual que sus dedos inquietos, hábiles.

Su mano, casi temblaba cuando Leonard la cogió, besandola suavemente para después morderla. Emile reprimió un pequeño grito al sentir aquello. Era tan sensual...

Y oyó sonrojado como le pedía que no se contuviera. Emile respiraba agitado en sus labios intentando mirarle mientras sus frentes se tocaban.
Sus dedos comenzaron a moverse más rápido mientras su otra mano torturaba uno de sus pezones deliciosamente, hasta ponerlo erguido y turgente.

-Aaaammm.... - se quejó él ligeramente escondiendo su rostro en su cuello mientras le rodeaba con sus brazos - Me.... gus...ta....aaahhh....

Sus ojos comenzaban a enturbiarse ante sus dedicaciones.
Afirmando con su cabeza, se sujetó en él apoyando una de sus manos en su hombro, mientras la otra descendía hasta su miembro, aún descubierto tras la felación.
Tragó saliva antes de comenzar a acariciarlo. Tenía su garganta seca y la visión de aquel miembro erguido y duro para él le hacía arder de deseo.

-Aaaaahhhh......aaaaaa..... Leo...nard.....

Sus caderas se movían deseosas de sentir aquella carne palpitante que acariciaba con sus dedos en su interior, golpeándole con fuerza hasta hacerle gritar de placer.
Los delgados dedos de Emile se movieron hábilmente sobre el sexo ardiente del mayor, acariciándo de vez en cuando sus testículos con suavidad. Intentó llevar el ritmo con el que él le obsequiaba y sus gemidos y jadeos se elevaron en aquella habitación.

-Siiii.... dame.... más.... aaaaahhhh

Sus labios bucaron los de él, saciando su sed en ellos.

Un chico penoso

Se pensó mientras contemplaba las reacciones de Emile, se esforzaba por dominar las reacciones de su cuerpo conforme el lo "abatía" con las del suyo, no parecía un "dador" de placer....y quizás podría agradecerlo aunque claro tampoco estaban en el ambiente en el que se desenvolvía como cliente y prostituto.

Sus orbes se clavaban en él de un modo imperioso..inquisitivo, deseaba ver mas...escucharlo gemir cuando le estuviera penetrando, cuando el orgasmo llegara. Lamió el dedo que "amansaba" a aquel pezón para después pasarlo por la tetilla...durita y rosada, eran puntos que gustaba "trabajar" uno de los muchos tantos que podía preferir.

-Concordamos en algo a mi también me gusta..- confirmo a decir mientras su lengua se paseaba afanosa por la oreja del chico, su cuello se miraba cercano y expuesto para sus dientes..no espero mucho para morderle mas cuando el tacto de la mano de Emile "refresco" su ansioso sexo,

Sentía sus dedos resbalar con mas amplitud en aquella cavidad, la carne no cedía tan fácil y eso podría ser un claro reto para sus dígitos, estaba sensualmente humedecido...sin duda los hombres eran una gran exquisitez...una que no se cansaría de devorar.

-Que rico...gimes Emile uhm..ahg apriétale- jadeo entrecortadamente y también hizo su petición...aquel ultimo grito por mas solo logro que sus dedos se hundiesen hasta el limite de su mano, luego les saco para afianzar mas su posición contra el cuerpo aquel, mientras el beso de ambos llevaba a una lucha de lengua contra lengua...el vencedor seria el que tuviera mas aire en sus pulmones.

No hacía demasiado que Emile era prostituto, y aún no tenía demasiado control sobre lo que sucedía en su cuerpo. En aquellos instantes, lo único que podía decir es que se sentía genial. Aquel hombre era todo un experto, controlando su cuerpo con maestría, haciéndole gemir y agitarse de ansiedad y deseo. Intentó atrapar aquellos dígitos en su interior, tensando sus esfínteres tal y como le habían enseñado, pero aquella última incursión hizo que sus dedos se introdujeran al límite, rozándo su próstata, y la espalda de Emile se arqueó de repente.

Después, sintió como abandonaban su cuerpo provocando un intento de protesta que fué acallado por sus labios, suaves y profundos a la vez, que le devoraban intentando quitarle la respiración. Sintió su lengua profunda en su cavidad e intentó no ceder antes de tiempo, rodeando de nuevo su cuello con sus brazos, acariciando su cabello.
Sus cuerpos se buscaban, frotándose uno contra otro para sentir el calor y el tacto del contrario.
Emile acarició su espalda ancha y fuerte, bajando lentamente por ella, marcando con sus dedos aquellos músculos firmes hasta llegar a la parte baja de su espalda. Allí, se separó del beso.

-Aaaahhhh.... aaahhhh...., lo siento.... - se disculpó jadeante. Obviamente, él tenía los pulmones más pequeños.

Ese arqueo mostró todo el esplendor que aquel pecho pudiese tener, no musculoso..pero firme y delicado como las esculturas griegas de adolescentes varoniles...y bien parecidos, Emile era así...un varón en toda la extensión de la palabra, pero con una grácil sensualidad que enmarcaba sus delicadas facciones.

Cuando se sintió rodeado por aquellos brazos...el rodeo con los suyos por aquella cintura en ese instante ambos miembros se encontraron, rozándose levemente..compartiendo esa humedad tan característica que podía invadir a una parte intima justo antes de un encuentro sexual tan intenso como aquel.

Lo levanto de aquel lugar, haciéndole girar para que el cuerpo aquel quedara delante suyo...lamió aquellos labios cuando se separaron de los suyos...los jadeos por la falta de aire no se hicieron esperar, invadieron a Emile primero y después a el.

-Yo no...no lo siento uhm..sabes bien...muy bien.- confeso cargándole solo con una brazo, mientras apoyaba su trasero en aquella camilla. Con la mano libre tomo su sexo con el único objetivo de encaminarlo hacia aquella entrada...húmeda y suave, su glande se paso por los pliegues empujando un poco después, para tratar de invadirle.

Tan fuerte...
Con un solo brazo cargó el cuerpo de Emile, sujetándolo sobre él. El muchacho, observó sorprendido cómo se marcaban aquellos varoniles músculos, en su justa medida, sin resultar excesivos, pero denotando la fuerza que tenían aquellos brazos.
Casi jadeó al sentir como su miembro acarició su entrada, y rodeó su cuerpo con sus piernas, intentando ayudarle mientras se sujetaba a él, abrazado a su cuello, mirando sus ojos.

El sexo de Leonard amenazaba con entrar en él, forzando su estrecha entrada al abrirse camino en su interior. Emile jadeó suavemente. Quería ayudarle, sentir que aquello era cosa de ambos, y cerró sus ojos mientras sus manos se aferraban a sus hombros. Con decisión, comenzó a dejarse caer, empalándose él mismo en aquel miembro grande y duro.

-Aaaaaaaaaahhhhhh..........

Su rostro se elevo, dejando caer su pelo hacia atrás, exhalando todo el aire de sus pulmones en un fuerte gemido. Lo sentía..., aquella carne caliente y palpitante en su interior. Sus labios se entreabrieron, jadeantes, como si quisieran recuperar el aliento perdido.

-Es.... muy... grande....... - gimió con la respiración entrecortada.

A pesar de la preparación recibida, acogerle había provocado que unas lágrimas resbalaran por sus acaloradas mejillas, reprimiendo un gesto de dolor por tenerle en él.
Sus manos acariciaron su pelo, y su rostro se escondió en su cuello, jadeando sobre él.

Demasiado ligero..de ahí la facilidad para cargarle con una sola mano, las finas piernas de Emile envolvieron su cintura para acabar de juntar ambos cuerpos...ambos dorsos juntos procurándose roces por sus respiraciones agitadas, eso hacia que sus pezones lograran encontrarse, era un momento muy muy sexy.

Agradecía la ayuda que su compañero pudiese darle para apresurar aquella penetración pero intuía que era difícil, la estrechez era intensa a pesar de la previa dilatación, su boca se paseo por el cuello ajeno besando..lamiendo..mordiendo..haciendo una pequeña distracción para menguar la incomodidad que el cuerpo delante de el pudiese tener, contra su vientre el sexo de Emile se sentía húmedo y pujante.

Evito besarle para dejar que el aire que buscaba llegara a sus pulmones, el roce de sus testículos contra las nalgas de Emile marco el victorioso final de la primera incursión en aquel cuerpecito, el gimió..agudamente, su sexo se removía dentro era delicioso...delirante.

-Se pondrá peor...- confeso para mirarle, paseo una de sus manos por aquella espalda buscando un punto de relajación, esas lagrimas marcaban un surco en el rostro fino y jadeante de Emile.- ¿Duele?...si es así no me moveré..pero me niego a salir.- era sincero en realidad en aquella posición el pelinegro debía llevar la iniciativa, se estaría sereno unos minutos..no era tan bruto como para embestirle lo fuerte que necesitaba hacerlo...beso sus labios esperando la reacción del otro.

Disfruta de las caricias y los besos que Leonard le dedica, lamiendo su cuello hasta hacerle enloquecer. El chico se abraza a su cuerpo buscando su calor, sintiendo la tersura de su piel y sus fuertes brazos acogiéndole con suavidad.
"¿Duele?...si es así no me moveré..pero me niego a salir", le oye decir, y sonríe ligeramente. Es tan delicado con él, tan considerado...
Sus manos acarician su rostro, repartiendo cientos de besos sobre él, respondiendo a aquel beso que toma sus labios con delicadeza. Por un momento se pierde en su sabor, intenso, deseable... Y observa su expresión durante unos instantes, sonriendole tiernamente.
Sabe que está deseoso de moverse en su interior, puede notar su miembro palpitante dentro de él y su cuerpo en tensión, ansioso por sentirle.

_No demasiado... - le contesta aún sonriente. - Creo que... podré soportarlo. Creo que... te deseo...

Le dice casi en un susurro, y vuelve a besar aquellos labios pecaminosos mientras comienza a mover sus caderas, muy despacio, sinuosamente, recreandose en la deliciosa sensación que le provoca. Sus manos, se pierden en su cabello, jugando con él, sintiendo la suavidad de su tacto.

Suaves gemidos comienzan a salir de él. La sensación le hace enrojecer. Tiene su miembro dentro de sí, rozando sus paredes, perdiéndose en su interior, llenando aquel vacío que nota en ocasiones. Es por eso que le gusta su trabajo. Y, sin embargo, esa vez, nadie le ha obligado, ha sido él mismo el que se ha ofrecido a aquel hombre, deseoso de sentirse suyo por un instante.

Su modo de proceder a veces era sorprendente, se adecuaba a las parejas con quienes compartia aquellos momentos, deseaba darle con fuerza no se mentiria a si mismo pero el delicado cuerpo encima de el merecia todas las consideraciones que pudiese procurarle aun sabiendo su oficio...despues de todo no pagaba por un servicio que Emile ofreciera, aquel encuentro era decision libre de ambos y trataria de dar y tener el disfrute necesario que ello acarrearia.

Lo besos y mimos del otro no hacen si no encenderle, se mira sensual con esa expresion entre dolorosa y jadeante, sus alientos son calidos casi como sus cuerpos..la transpiracion les invade mientras se unen de esa formal tan carnal.

El movimiento pasmoso de esas caderas le hace gemir con tanta pasion que se ahoga en la boca de su compañero sus manos acarician las nalgas del otro paseando luego uno de sus dedos por los delicados pliegues de la anatomia que invade, tan humedo...y caliente. Es ahi el punto donde se siente seguro para moverse; impulsa sus caderas para embestir...entrando un poco mas alla de lo que antes estaba, el estremecimiento en su cuerpo no cesa al contrario se hace mas intenso.

-Soportalo..ahg...- contesta contundente.- Uhm...si justo asi.., veamos como puedo despejarte esas dudas de solo "creer" que me deseas.- termina el beso obviamente mientras su mano se cuela entre ambos tocando la punta de aquel sexo...luego le sujeta para comensar a refregarla de forma leve contra su vientre.

Leonard se ve tremendamente sensual de aquella forma, intentando controlar su pasión por concederle un poco más de placer al menor. Emile cobija su rostro en su cuello cuando los movimientos se hacen más intensos, penetrándo en él más profundo, haciéndole gemir de deseo.

-Ungg.... aaaa....

Deja recaer su aliento sobre su piel, tersa y cálida, sintiendo su pulso bajo sus labios, y besa su cuello suavemente.
Le duele, le cuesta..., no va a negarlo, pero su acompañante ha logrado excitarle lo necesario y más. Y desea más de aquello, de aquel dulce placer que le conceden los intensos movimientos del mayor.
Tarda un poco en acostumbrarse, pero poco a poco, la molestia inicial desaparece, quedando sólo el placer. El cuerpo de Emile se arquea, apoyándose en sus hombros, dejando caer su cabeza hacia atrás mientras gime cada vez más fuerte, jadeando excitado, siguiendo los movimientos del mayor.

-Aaaaaamm.... si... más.... más... fuerte.... aaaaaahhhhh..........- suplica dejando caer su rostro de nuevo, mordiendo sus labios para intentar acallar su deseo.

Su miembro se frota de una forma deliciosa contra su vientre fuerte y firme, y sus manos lo acarician levemente provocando un escalofrío en el joven.

Una embestida segura...y después otra, el ritmo se adecua conforme siente que el cuerpo de Emile se adapta, su sexo halla por fin la comodidad que esperaba, el placer de estar invadiéndole es excesivo...le hace empujar con fuerza llegando a esa próstata erguida, estimulándose el también por ello, el cuerpo masculino es delicioso guarda tantos secretos...tantas formas de hacer que otro del mismo genero enloquezca así como el mismo prueba ahora.

Lo ha logrado, puede sentir como las fronteras de la incomodidad son cruzadas y como el chico al que penetra esta disfrutando, esos gemidos llegan a el tan intensamente...tan vivamente que acaban por robarle la cordura, empieza un bombeo mas rápido mas demandante...su sexo entra con fuerza y vitalidad en aquella anatomía, sus testículos chasquean al ser azotados contra las nalgas de Emile...los jadeos le roban el habla, le suplica por mas....o no hay razón para ello el se lo dará...se lo da mas bien, un ligero cosquilleo nace en su pene...un orgasmo latente.., pero desea mas tan es así que se pone de pie aferrando el cuerpo aquel, así la gravedad hará que Emile se ensarte con mas fuerza..mientras sus caderas tienen mas espacio y un mejor ángulo para penetrarle.

Es malo excitarlo de esa forma...

-Ahh...E-mile, ya casi...mas vamos...muévete mas.- alcanza a decir...mientras su mirada se fija en el ajeno.

El cuerpo de Leonard se mueve seguro en su interior, como si le perteneciera, como si tomara posesión de él, haciendo gemir intensamente a Emile. Sus ojos se nublan de placer y siente que le coge en sus brazos fuertes y potentes, volviendo a cargar con su peso, poniendose en pie mientras le sujeta. La fuerza de la gravedad le hace caer con fuerza, empalándole en aquel falo erecto hasta puntos insospechados y Emile grita de placer. Su boca se entreabre sedienta, suplicante, sintiendo como su cordura se pierde en cada embiste que choca con su prostata.

Es delicioso... más de lo que hubiera imaginado. Aquel hombre domina su cuerpo magistralmente haciendo que sus gemidos se entremezclen con el sonido lujurioso de sus testículos golpeando su cuerpo, marcando un ritmo intenso y constante.

-AAAAAAAAhhhhh........ No se si..... no se.... si.... podré..... aaaahhhhhh........

Se siente al borde del orgasmo, su miembro gotea ansioso, hinchado y duro, y en su interior, aquel hombre le llena completamente, apoderándose de él, reclamándo su cordura.
Emile, intenta recordar sus enseñanzas, los consejos de sus compañeros, pero apenas puede pensar, sólo se aferra al cuerpo de Leonard, clavando sus uñas en su espalda, jadeante, demasiado excitado incluso para hablar. E, instintivamente, cierra su entrada, apretando sus esfinteres para aprisionar al responsable de su locura dentro de él.