Un día en la playa. {Privado}

El sol iluminaba todo el mar haciendo que el reflejo de esta fuera cegadora.
Por fin podía descansar después de tanto trabajo que tenía, pero al día siguiente debería de volver con lo suyo, pero no era momento de pensar en ello, si no en disfrutar de este día.
Un día perfecto para darse un baño y divertirse en la arena.

Salió del coche que le llevaba, cerró la puerta y se despidió del chofer, giró levemente observando el maravilloso y brillante mar, sonrió ampliamente y se estiró, tenía una camisa blanca de manga corta que le venía como camisón, ya que cubría todo su cuerpo y era lo mejor para ir a la playa, algo ligero y sin dificultad para quitárselo.
Y de bajo tenía unos shorts para bañarse.

Corrió hacia la orilla del mar con sus pies descalzos, notando la arena en pies. Su cabello se zarandeaba de un lado a otro.
Se paró en cuando el agua empezó a tocar sus pies, dándole un leve escalofrió debido a lo fría que estaba.

Después se alejó de nuevo, colocó su bolsa a un lado, y sacó una toalla negra, la tendió en la arena y se puso encima, se sentó y se relajó, cerrando los ojos con tranquilidad.
Después decidió quitarse la camisa que tenía.

el sonido del motor de la espectacular motocicleta de cloud, se escuchaba en el aire, a medida q se acercaba a la playa...el rubio estaba decidido a pasar un buen y relajante día de descanso, al llegar, deja estacionada la moto, la desmonta y camina hasta el mar, el cual se veía bastante bien ese día.

-hmmmm...esto es increible...-dijo sentandose en la arena y dejando q el suave viento, le desaordenara el ya alborotado cabello.

Un sonido un tanto “fiero” resonaba por los cielos. Con curiosidad observó su alrededor, primero miró por el cielo, pensando que quizá sea un avión volando por lo bajo, apunto de aterrizar en algún aeropuerto, pero nada, no había ninguno, y los que habían estabas muy arriba para ser escuchados.

Deslizó la mirada a su alrededor, tampoco había nada del otro mundo. Entonces se percató de que aquel sonido se escuchaba de detrás, de la carretera.
Giró la cabeza y allí lo vio, un joven con su ciclomotor, parecía ser que aquel también iba a pasar un buen rato en la playa.

Una vez que averió que era aquel ruido volvió con lo suyo, llevando sus manos a su camisa y poderse quitar la camisa, dejando su pecho al descubierto, depositando su camisa blanca a un lado, y un tanto doblada.

Seguidamente colocó sus manos por detrás suyo, apoyándose en la toalla y dejando caer un poco su cuerpo hacia atrás, haciendo que la brisa marina rozara su cuerpo y rostro.