x. Una de Té & Dos de sangre. *Privado*

Tenia todo listo... Todo el equipo para escuchar a Miina y lo que habia a su alrededor estaba listo, escucharia cada detalle de la conversacion, y si las cosas se ponian feas, intervendria, sea como sea...

Hasta el momento solo habia escuchado la respiracion de Miina, algo entrecortada. De seguro el beso le haboa dejado sin respiracion por unos segundos... Y por eso, no puedo evitar que una sonrisa se escapara de sus labios.

Se sento en la mesa junto al radio que supuestamente resiviria la señal de donde sea que se encuentre, al parecer no era muy lejo, porque escuchaba la respiracion ajena a la perfeccion.

Ahi estaba, porfin pudo escuchar la voz de un hombre, seguramente el que la habia estado esperando la noche anterior, y no se escuchaba muy feliz. ¿En que tipo de trabajo se encontraba la femina para resivir tan asqueroso trato?. No lo sosportaba... El que traten una mujer asi.

Golpeteaba los dedos a la mesa impaciente por no aber entendido lo dicho por una segunda persona. Todo eso le ponia bastante nervioso estresado... Y... volvio a escuchar la voz del otro hombre, sin poder evitar alterarse. - De puta...? Que se atreva a tocarle un cabello...- Se mordio los labios, imapaciente a escuchar la respuesta de la femina ante esto...

¿Un cafe?.¿ Porque demonios pedia un cafe en una situacion asi?. Ganar tiempo...? Podria ser...

El no entender nada le estaba frustrando y ya pensaba seriamente en pensar en algo para entrometerse en la conversacion sea donde este.

Impaciente... Se paseaba de un lado a otro de la habitacion, sosteniendo su barbilla, escuchando cada detalle de aquella conversacion.

Su equipaje ya habia llegado del hotel, pero mas que ropa, dentro habian siertas armas y uno que otro aparato de tortura. Si las cosas salian mal... Intervendria. Pero... ¿Como?. ¿Fingir un asalto, Disfrazarse de camarero {Iie... llamaria mucho la atencion.}, Un choque?. Tenia que pensar cuidadosamente en algo que no pudiera involucrarlo con Miina y asi sus "jefes" no supiera que la estaba "rescatando".

Escucho, claramente, el ruido que hiso el dedo del primer hombre que hablaba ahi, frotarse contra el cello de Miina... Le habia quitado el maquillaje. - Tsk... Estupido viejo metiche. - ¿Como se atrevia a tocarla asi?. Aunque eso era lo unico que habi escuchado, de seguro aquel viejo verde pasaba las manos por donde le dira la gana.

- Ya veremos si te gustara tocarla sin uñas... - Vio si malentin y sonrio levemente, sus preciados Juguetes se encontraban ahi. Ya descubriria todo de quien atormentaba a Miina... Definitivamente le haria una visita "Privada".

Genial... ¿Un sadomasoquista?. Si lo que quiere el viejo ese es hacer sufrir a la femina, no encontraria mas que una tortura horrenda de su parte...

Volvio a sentarse, esperando que algo mas sucediera. Solo dependia de unas palabras el intervenir o no...

No aguanto mas... tomo ropa algo extraña para el... Una playera azul, tomo su cabello y se puso un Jockey, ademas de esto, unas gafas, saco otra pistola mas de su "equipaje" y salio de la casa.

No sabia que demonios hiba a hacer, pero no importaba. Aquella mujer ahora podria estar un hijo suyo y no dejaria que nadie mas le tocara.

Bajo rapido del departamento ¿Que tan dificil seria encontrar una cafeteria? No parecia estar muy lejos. Se acerco a un hombre que pasaba por ahi y pregunto - Donde queda la cafeteria mas cercana? - El hombre simplemente le vio y señalo hacia la derecha. - Dos cuadras mas alla.-.

Camino, correr hiba a llamar mucho la atencion, y tenia que pasar desapersibido a la perfeccion. Aun asi, tampoco caminaba muy lento. Llego a la cafeteria y vio por la ventana... Ahi estaba.

No entraria, esperaria ahi afuera a que salieran. ¿Porque mierda no se le ocurria nada en ese momento?. Tal vez porque nunca habia echo algo para "salvar" a alguien... Seria su primer intento de "Salvar a una damisela en peligro".

Saco un cigarro del bolsillo de su pantalon. No fumaba... de echo le asqueaba, pero era mas que nada para disimular. Se apollo en la pared al lado de la entrada de la cafeteria y simplemente espero...

El tintineo de la puerta dio señal a que tal vez ya habian salido...

Volteo, y de echo ahi estaba ella, siendo sostenida por un tipo X con cara de no tener muy buenas intensiones. Para su fortuna pudo identificar sin mucha dificultad la nacionalidad de aquel tipo... Chino, y podia hablarle a la perfeccion.

Quito el cigarro de sus labios y como cualquiera de los sinverguenzas que ahi abundaban, se acerco a la pareja. No le importaba si Miina le reconocia o no, aunque aun asi habia puesto algo de esmero en cambiar su apariencia, y de echo bastante raro se veia. Su cabello era acortado ya que la mayoria habia quedado dentro de la camisa y para mas se cubria con un jockey. Aparte de eso, las gafas y la caherencia de cuero en sus vestimentas le daban una apariencia completamente distinta a la que tenia siempre.

- Disculpe.- Hablo en el idioma del hombre. - Al parecer estan en busca de un lugar privado, me equivoco?.- Espero la afirmacion del hombre y sonrio. Era normal que no se sorprendiera, mucha gente en ese lugar estaba atento a las parejas que por ahi pasaban. - Pues tengo el lugar perfecto para ustedes...-.

Sonrio, la habitacion del hotel en el que se habia resguardado anteriormente estaba aun a su nombre y dentro de ella habian muchisimos lujos para poder "entretener" a aquel hombre. Ahora solo faltaba que aceptara y proseguir con lo planeado...

Rio divertido ante la pregunta. - Que si es de lujo?. - Calmo y volvio a sonreir con total seguridad, sin dejar de hablar en el idioma de aquel a quien estaba chantajeando. - La mejor habitacion del Hotel Arcadia le espera, con todos los lujos y la privacidad que necesite, sin interrupciones.-

Aquella persona cada vez se tentaba mas por la propuesta y el solo debia convenserle del todo.

Se atrevio a mirar por escasos momentos a Miina. Afortunadamente no le habia reconocido aun, pero sabia perfectamente que la femina podria tener sospechas. Simplemente esperaba que no actuara antes que el.

Se atrevio a llamar a un Taxi, si presionaba un poco a esa persona tal vez accederia mas rapido. Abrio la puerta de aquel vehiculo que habia atendido su llamado y abrio la puerta, ofreciendo entrar a aquel hombre. - Su habitacion espera... Esta a escasos minutos de aqui.- Sonrio, convincente, esperando a que ese hombre aceptara.

Cuando la femina le miro, simplemente le ignoro, una parte de el queria que le reconociera para que tenga mas confianza pero otra parte le decia que algo podria salir mas si le identificaba...

Hubiera sonreido al ver como de echo aquel hombre entraba en el taxi que el habia parado. Mas no le gusto nada la forma en que habia lanzado a Miina dentro... Pero no tubo mas que aguantarse.

Sonrio ahora algo mas forzado. - De los mejores puros y licores de los que pueda imaginar, señor.-.

Escucho atento, aquella pregunta solo le daba chance a estar con ellos hasta casi el final, simplemente esperaba que esto no le molestara al hombre. - Es en el Hotel Arcadia como eh mencionado antes. - Simplemente tengo que ir yo, confirmar el nombre y el cuarto sera solo suyo.-.

Se sento en el asiento del copiloto, mirando al hombre por el espejo del conductor. - Nada mas le acompañare hasta el Hotel para confirmar y podra estar mas tranquilo. -

Mierda... Eso no sonaba nada de bien. Pero ya se le ocurriria algo mejor...

- Esta bien, es comprensible.- Metio la mano dentro de su pantalon y saco un papel, pidiendo prestado un lapiz al piloto del vehiculo... Ahi estaba!, el seria quien le ayudaria con todo eso. Mientras escribia un nombre falso en el papel y se lo entregaba a aquel hombre, saco un billete, escribiendo disimuladamente algo en el, mientras fingia mirar a la femina.

Ahi esta mi nombre y el numero del cuarto. En lo que el hombre leia aquel papel, entrego al chofer un billete de gran cantidad, con un mensaje dentro. "Trate de colarse en algun trafico con la escusa de que es mas rapido. Espere en el hotel y le pagare el doble. Evite que la mujer haga algo arriesgado".

El hombre, tomo con cautela el billete y leyo, tratando de disimular su asombro. Simplemente respondio con una inclinacion de cabeza.

Ya en el lugar, se bajo del taxi donde habian quedado, despidiendose con un certero movimiento de mano. - La paga puede dejarla en la habitacion cuando termine. Que la pase usted bien.-.

Apenas el auto comenzo a andar comenzo a correr por detras de aquella calle, llegando en poco tiempo al hotel. Fue a la recepcionista y pidio las llaves del cuarto, dando a la recepsionista los datos del hombre que iria a pedir el cuarto luego, diciendo que eran unos invitados de el, por esa simple razon le dieron una llave adicional porsiacaso.

Entro a la habitacion, todo en perfecto estado. Se acerco a la neveras y virtio dentro de todos y cada uno de los tragos Somnifero... simplemente rogaba que a la femina no le diera por beber un trago.

Salio del cuarto y de escondio por ahi cerca, con la llave de repuesto en manos, esperando a que su "presa" porfin llegara.

Estaba escondido detras de unas pobladas plantas que se encontraba en el pasillo donde estaba la habitacion, tipico de los hoteles tener cosas asi. Desde ahi pudo ver como porfin aquel hombre llegaba, jalando a Miina consigo.

No hubo necesidad de apegar el oido a la puerta para saber que sucedia ni nada por el estilo, simplemente se paro tranquilamente a un lado de la puerta: La femina aun llevaba el microfono puesto.

El fuerte sonido que ocasionaba el frote de la ropa y de la asquerosa piel de ese hombre contra la de Miina solo le hiso entender que aquel hombre ya estaba listo para empezar a lo que hiba.

Se alarmo un poco al escuchar aquel golpe, pero se alivio al escuchar luego unos pasos alejandose, eso solo queria decir que aquel hombre habia ido a buscar algo para refrescarse. De ser asi... solo quedaba esperar y rogar por que la femina fuera paciente y no se atreviera a actuar aun.

- Desnúdate. -

Fueron las ordenes directas de aquel que ahora le daba la espalda para abrir la pequeña nevera del cuarto y de ése modo tomar una de las botellas... Parecía que las palabras obscenas si sabía decirlas bien.

Ella, por su cuenta, palpó el abrigo en ademán desesperado y sacó el arma... no pudo remediar ahogar lo que parecía ser un gemido. ¿Qué mierda le había metido...?. Se quedó mirando el arma, absorta. Ahora debería cambiar de planes puesto que con ello no podía atacar a distancia... Guardó bajo la almohada aquel aparato de descargas y procedió a quitarse el abrigo.

El estruendo de un cristal partirse le hizo alzar la mirada. Ése hombre... Había partido la botella, la había golpeado apropósito contra el filo de la nevera y ahora, se aproximaba a la cama, ronroneando palabras y moviendo aquel amasijo de cristales puntiagudos.

Ahogó un grito y retrocedió entre el colchón, introduciendo la mano bajo la almohada. No sabía si lograría conseguirlo o no... Pero debía intentarlo.

Demonios... Acaso ese hombre era necrofilo o que?. Sea lo que sea no importa, era hora de actuar ya.

Abrio la puerta rapidamente y en parpadear ya apuntaba a la cabeza de aquel hombre, sin descubrirse aun el rostro, simplemente apuntando y sonriendo tranquilamente.

- Baja el "arma", Chino inmundo.- Hablo en su idioma, se burlaria de aquel hombre estubiera drogado o no, le haria pagar el simplemente aver pensando en tocar a su su chica.

Aquel hombre no se movia, simplemente se mantenia parado, mirando a Miina. El por su parte, volvio su mirada a la femina y le sonrio.

- Quieres hacer los honores, princesa?-. Ahora hablo en un idioma en que la femina pudiera entenderle claramente, sonriendole, esperando a que ahora con aquellas palabras confirmara porfin quien era.

El simple hecho de que la femina le alla tirado la almohada y el alla bajado la guardia por solos unos segundos para que aquel tipo intentara avalanzarse nuevamente sobre Miina.

Se alivio al escuchar el quejido que solto aquel hombre despues de haber sido electrocutado, pero aun tenia la suficiente fuerte de actuar.

Se apresuro en acercarse a la cama y tomar a la femina de un brazo y sacarla de ahi lanzandola de la cama, no con la mayor sutileza, pero no podia hacer mas en ese momento, ya que ahora y aunque se encontraba no el mejor estado se avalanzo sobre el con clara intension de enterrarle aquel pedazo de vidrio que mantenia firmemente apretado en el cuello.

Tal vez y solo tal vez porque aquel hombre era algo mas fornido que el habia resistido aquella descarga, aun asi ahora se mantenia forcejeando con aquel hombre tratando de mantener el cristal lo mas lejos de su cuello.

Tras escucharle gritar no pudo el evitar girar el rostro para verle, tal vez habia caido mal y se habia golpeado fuerte, dandole sin querer el chance a su atacante de golpearle.

- Gh!... - Sintio el frio del cristal sobre su piel y luego el punsante dolor de este enterrandose en su piel, dejando marca desde un costado de su cuello hasta parte de su hombro.

El escuchar el grito de aquel hombre solo le hiso suponer que la femina le habia dado otra descarga, aprovecho el momento y apesar de dolor, empujo con los pies a aquel hombre, botandolo de la cama con un certero golpe en el estomago.

Se agarro donde sangraba y se levanto de la cama, la polera se habia manchado casi completamente de sangre y el dolor era insoportable. Aun asi, la rabia le ganaba y se notaba claramente en su rostro.

Se paro frente al hombre que ahora yacia en el piso quejandose, con dificultades de respirar y agarrandose en el estomago. - Bastardo!- Pateo su estomago, haciendo que el cuerpo del hombre giraba. - No te basta con querer herir a la chica!- Pateo ahora su espalda, obligandole nuevamente a rodar.

- Pero las cosas no quedaran asi... Creeme.- Pateo ahora su rostro, con tanta fuerza a tal punto de dejarle casi deforme e inconsiente.

Tras esto, y aun agarrandose el hombro, se tiro de rodillas en el piso. Sudaba por el fuerte dolor y la perdida de sangre le hacia perder el equilibrio...

Hiso caso omiso a lo dicho por la femina, sabia que no lo habia dicho con malas intensiones, mas no queria ponerse a discutir como "pareja" ahora con ella.

Le escucho arrodillarse a su lado y luego sintio como removia los cabellos de su frente, dandose cuenta que su mano temblaba y viendola a ella sudar tambien.

Cuando le abrazo, no puedo evitar el recargarse levemente sobre ella, no lo hacia porque queria, pero su cuerpo poco bien le respondia ahora. Apreto los ojos un poco, apesar de que la sencacion de la lengua de la femina era agradable, la calides de esta hacia que su herida ardiera un poco más. - No es necesario que hagas eso si no te gusta. -. Aparto con sumo cuidado la cabeza de la femina de su herida con su frente, el brazo correspondiente al hombro herido poco lo sentia ahora y sentia que le pesaba por la sangre.

Estiro el brazo libre y sano lo que pudo hasta llegar a la nevera, que afortunadamente no estaba muy lejos de ahi, sacando una de las botellas: El alcohol del liquido ayudaria a desinfectar y el somnifero vertido dentro podria funcionar como anesteciante. Vertio el liquido sobre la herida mientras gruñia y maldecia por lo bajo.

- Mierda... como duele.- Se sento ahora en el piso, se sentia realmente agotado y sentia que en cualquier momento se desvaneceria, aun asi, se permitio apollar la cabeza sobre el pecho de Miina y cerrar los ojos, riendo un poco. - Sabes... este es el primer acto principesco que eh hecho en mi vida: Salvar a una damisela en peligro...-

Dicho esto nada mas se dejo llevar, aunque no lo admitiera, se estaba desmallando. No era alguien delicado en lo absoluto, pero nunca antes habia perdido tal cantidad de sangre, ya que la herida en si era bastante profunda.