Cenando a solas

Había estado trabajando durante horas y horas en un nuevo proyecto. Sentía tan cerca el exito, estaba tan cerca de terminarla y sin envargo no podia, simplemente no podía, por mas que se esforzara aquella arma insistia en quedar incompleta.

<<¿que me falta? es algo muy sensillo. Ya camie los amteriales ara que no se derritan por el calor, la volví mas grande para pdoer insertar todos los mecanismos, se los materiales mas lijeros y ressitentes que encontre...¿que falta?>>

Se preguntaba una y otra vez mirando por la ventana junto a su mesa de aquel pequeño local. Estaba en una mesa para dos, aunque estaba el solo.
Frente a el tenia una tasa de café a la cual no dejaba de revolver el liquido negro que contenia con la cuchara, estando frío hacia ya varias horas.
En un pequeño plato había una rebanada de pastel de fresas que ni había probado.
Lo unico a lo que hacia caso cada tanto tiempo era el cuaderno que mantenia abierto sobre sus piernas, haciendo calculos y tachandolos despeus, volviendo a mirar por la ventana.
Necesitaba distraerse, quiza hubiera algun joven apuesto en aquel lugar con el cual divertirse un rato y despejar la mente, bagando con la mirada por el pequeño local en busca de algo interesante.

Había acudido allí a tomar un café para despejarse antes de emprender la jornada en el prostíbulo.
El local parecía bastante lleno, parejas en su gran mayoría, que habían acudido a cenar en compañía. Bueno, casi todos... Un chico parecía observar el local con cara de aburrimiento, como si deseara que alguien le sacara de allí.
Áriel, no hizo caso en un principio, quizás buscaba a alguien en concreto, así que cuando le sirvieron el café, buscó un sitio donde sentarse y relajarse.
Todo lleno... Suspirando volvió a mirar el local. El único sítio libre era la mesa de aquel joven, una mesa de dos ocupada por una sóla persona...
¿Por qué no? No perdía nada en preguntarle si deseaba compañía. Si el chico había quedado con alguien, sólo bebería su café y se iría. Si no..., quizás podrían entretenerse juntos.
Decidido, se dirigió hacia la mesa.

_¿Está ocupada? - preguntó mirándo sus ojos azules - ¿Esperas a alguien o puedo acompañarte?

Lindo muchacho, visto de cerca, muy lindo... Una sonrisa surgió en sus labios mientras le observaba.

Desperto de su ensimismamiento al oir la pregunta, alzando el rostro y osberbando atento al joven que había preguntado, sin tardar casi anda en responder con tono amable.
-adelante, no espero a nadie.-
Respondio con una suabe sonrisa indicando que podía sentarse en la silla de enfrete.
Obserbaba atento al joven, apuesto sin duda alguna, era una suerte que no hubieran mas lugares disponibles en el local aparte del de su mesa. Que gran coincidencia que justo cuando pensaba en buscar alguien con quien pasar el rato había aparecido el peliazul.

_Gracias - contestó - Hoy está muy lleno el local, y casi todo son parejas - dijo pasando de nuevo su mirada por el lugar. - ¿No te da rabia estar rodeado de parejas cuando no tienes compañía? A mí, sí...

Observó la mesa mientras daba vueltas a su café. No le había echado azúcar, le gustaba así, tal cual, amargo, pero disfrutaba dándole vueltas en sus manos antes de beberlo, viendo como el humo se elevaba.
Sobre la mesa, había un café a medio tomar, frío seguramente, un trozo de pastel de fresas sin probar y una libreta abierta, repleta de números que no comprendía.

_¿No tienes hambre? - le preguntó señalando al pastel - Es una lástima, ni siquiera lo has probado... ¿No te gustan las fresas? Aquí suelen hacer los pasteles muy dulces, demasiado para mi gusto, si he de serte sincero...

-estoy de acuerdo en eso...me pasa lo mismo muchas veces, ademas de dar rabia es muy incomodo ser el unico solo.-
Miro tambien a su alrededor. Efectivamente todo lleno de parejitas de todo tipo, pero lo bueno es que ahora no era el unico solo, ya tenia con quien conversar un rato y quiza despeus divertirse tambien.
Entonces hoyo lo del pastel, volteando a ver su plato, ni se acordaba del dichoso pastel o del café.
-la verdad creo que tengo algo de hambre, pero estaba tan concentrado en unos trabajos que olvide que lo tenía, sería una lastima desperdisiarlo.-
Comento con una suabe sonrisa mientras tomaba el café y le daba unt rgo, confirmando lo frío que estaba. Decidio mejor dejarlo, tomando una de las fresas que adornaban el pastel para quitarle el sabor, chupando la punta de esta, saboreandola antes de darle una mordida.
-yo justo vengo a comerlos por que son demasiaod dulces, son muy utiles si quieres mantenerte despierto.-
Moriendo otra vez la fresa, lamiendo despues algo de mermelada que tenía embarrada del pastel.

Le observó lamer la fresa con sensualidad, antes de darle una pequeña mordida y no pudo menos que sonreir. Tentador... Todos los movimientos del chico parecían realizados para demostrar lo que podía hacer con aquella linda boca.

_Espera... - le dijo suavemente y apoyando sus manos sobre la mesa acercó su rostro al del chico - Te manchaste...

El muchacho, había manchado su rostro ligeramente con la fresa, cerca de su boca. Sonriente, Ariel se acercó hasta él y, sin ningún pudor, lamió aquella zona con suavidad, limpiándola de restos de pastel.

_Así está mejor... - le dijo, volviendo a su asiento. - No deberías trabajar demasiado, eres muy hermoso para quemar tus ojos en trabajos complicados.

Le miro curioso cuando oyo eso, acto seguido viendo como se acercaba para lamer algo de la mermelada cerca de al comisura de los labios.
No hizo nada por impedircelo, sonriendo de lado, algo divertido, y actuando como si aquello fuera de lo mas normal, los ería quiza si se conocieran, pero apenas y habían cruzado palabra.
-lo se pero...hay veces que simplemente no tengo nada que hacer ademas de trabajar, quiza tengo demaciados ratos libres o a solas.-

Comento tomando otra fresa para jugetear con esta con su lengua, sin apartar la mirada de su apuesto acompañante.

_No es bueno estar aburrido, y mucho menos estar sólo cuando se puede estar acompañado, ¿no crees? - le dijo devolviéndole la sonrisa.

Le gustaba aquel chico, inteligente y atrevido a la vez. Puede que la noche se desarrollara de forma distinta a como había pensado en un principio. Se había lanzado sin apenas conocerlo, probando su piel para observar su reacción y le había gustado. No se había ofendido ante su movimiento, más bien al contrario.

_Ahora mismo, en esta cafetería, hay infinidad de personas que te observan, deseando ser esa fresa que pruebas tan sensualmente... - le dijo con picardía - Así que no creo que tengas que temer quedarte sólo nunca... A decir verdad, yo era uno de ellos... - dice con una sonrisa.

-si...pero hay veces que es muy dificil encontrar buena compañia..-
Respondio aun jugeteando con la fresa, sin mostrar intenciones de irsela a comer aun.
Y aquella ocacion parecia haber tenido suerte como pocas veces, pues tenía buena compañia, aquel joven era agradable y a la vez atrevido, tenía curiosidad por ver como acababa aquello.

Rió suabemente de manera melodiosa al oir el comentario, apenandose un poco, o fingiendo, con el nunca se podía saber con certesa.
-¿tu cres?-
Pregunto con una sonrisa encantadora refiriendose a si varios les gustaría ser esa fresa quecontinuaba chupando y saboreando, para despues guiñarle el ojo coqueto.
-¿en serio?...pues tu tienes muchas mas probabilidades que ellos a ser el remplazante de esta fresa.-
Murmuro algo misterioso antes de morder al fin la dichosa fresa, degustandola.

_¿Probabilidades? - preguntó dando un sorbo a su café, sin apartar su mirada del chico - ¿Se trata de un juego? Me gusta jugar...

Contestó ampliando la sonrisa de sus labios maliciosamente. No podía apartar su mirada de aquella fruta roja, que teñía los labios del muchacho, incitándole a probar su sabor en ellos. Con un movimiento rápido, se apoderó de la fresa y la introdujo en su boca.

_Deliciosa... - le dijo con voz suave - Ligeramente ácida, como a mí me gustan... Tendré que venir aquí más amenudo a probar su tarta de fresas contigo. Yo, comeré las fresas y tú el dulce que las recubre...

Sus dedos pasan sobre los labios del chico, recorriéndolos suavemente, notando su tersura.

_Me perdería en esa boca durante mucho tiempo, averiguando sus secretos...

-mmm algo asi.-
Respondio sonriendo divertido refiriendose a si era un juego.
Estaba distraido con la fresa hasta que el otro la tomo, comiendosela antes que el, escuchando lo que decía despues con una suabe sonrisa misteriosa pero coqueta.
-me gusta la idea, pero preferiria porbar mas que el dulce de las fresas el dulce de sus labios.-

Murmuro mientras sentia las carisias, atrapando jugeton uno de los dedos que recorrian sus labios, chupandolo suabemente al igual que a la fresa.
-no te gustaría ir conociendo sus secretos?-

Pregunto lamiendo la punta del dedo que había estado chupando, inclinandose un poco al frente, apoyando sus codos en la mesa, y quedando mas cerca que antes.

Su dedo fue atrapado sensualmente por los labios del chico, que le mostraron las promesas de una delicia venidera, excitando todos sus sentidos.
"no te gustaría ir conociendo sus secretos?", oyó que le decía, acercándose tentadoramente a él.

_Me encantaría... - susurró acercándose al muchacho.

Cogiendo su rostro suavemente, aproximó sus labios a los de aquel chico hasta atraparlos en un beso largo. Durante unos instantes, sus lenguas jugaron una con la otra, indiferentes a toda la gente que les rodeaba. Ariel no era pudoroso, por lo que le importaba muy poco si alguien les observaba, seguramente, muerto de envidia.
Para él, en aquel instante, lo único que le importaba era el suave sabor de aquel chico, excitante y deseable, mucho más que las fresas que recubrían el pastel abandonado.
Al separarse, observó los ojos del muchacho, sonriendo suavemente.

_Delicioso... tan profundo que creo que tardaré mucho en averiguar todo de tí... A decir verdad, no sé nisiquiera tu nombre... Si no me lo dices pronto, tendré que sacartelo a besos... - le retó.

Respondio a ese beso con gusto, haciendose un poco del rogar y luego sediendo, jugando con la lengua del peliazul en una acalorada danza desntro de sus bocas.
Cuando sus labios se separaron mordio tenuemente el labio inferior ajeno antes de que se separara por completo, relamiendose despues los labios, disfrutando aquel sabor.

Era cierto, ni se había fijado que no se habían presentado "apropiadamente", riendo suabemente ante la idea de que ni su nombre sabía y ya estaba comiendose sus labios.
-me gusta esa idea...-
Respondio coqueto a la propuesta de sacarle el nombre a besos, inclinandose al frente para volver a atrapar los labios del otro en un beso algo mas suabe que el pasado.

Ariel acogió sus labios en aquel suave beso, mientras su mano acariciaba el cabello del muchacho.

_Veamos... - dijo fingiendose pensativo cuando el beso hubo terminado - Tu nombre... ¿comienza con una vocal? - le preguntó enredando uno de sus mechones en sus dedos.- Si acierto, deberás alargar el beso más que este último - le propuso.

Y sus labios vuelven a juntarse. Ariel intenta darle un beso largo, pensando que la respuesta es afirmativa, si no lo es, deberá ser su acompañante el que frene sus avances. Suavemente, su mano baja hasta el cuello del chico, aferrándose con suavidad a su nuca.

Sintio como sus labios volvian a juntarse despeus de la pregunta, teniendo que seprararse de aquel beso a regañadientes, pues el otro no había atinado. aunque por el hubiera seguido aquel beso, aunque asi el otro no adivinaría.
Observo a su acompañante a la espera de que sigueira adivinando, acarisiando sus labios travieso, queríendo impacientarlo o tentarlo mas, paseando a veces la punta de su lengua por sus labios, delinenando estos.
-mmm comienza con D.-

Murmuro dandole pistas, antes de volver a unir sus labios, dandole besos algo cortos, pero aun asi intensos.

Protestó ligeramente cuando sus labios se separaron. Parece que no había acertado..., así que tendría que conformarse con los besos que su acompañante le otorgaba, cortos pero intensos.
El chico acariciaba sus labios, tentándolo, y Ariel sonrió pícaro cuando oyó la respuesta.

_Una D... - repitió - Bien, si comienza con consonante... entonces debería continuar con una vocal... digamos... la de enmedio, por ejemplo. La "i"...

Y volvió a acercar sus labios de nuevo a él, esperando degustarlos esta vez un poco más de tiempo. Bien tenía que acertar alguna de vez en cuando, ¿no?
Fuera como fuese, estaba disfrutando mucho del juego. Tanto si los besos eran largos como si eran cortos, eran deliciosos. Suavemente, jugó con la lengua del chico, haciendo que sus salivas se mezclaran en el interior de sus bocas.

Sonrio suabemente al oir la siguiente suposicion, seguida de nuevo por aquellos labios, al parecer igual de insasiables que los suyos.
Esta vez los recivio con mas gusto y tiempo, enrredando su lengua con la del mayor, jugando fogozamente.

Estaba divertido con aquel juego, disfrutando que ahora no tubiera que separarse hasta que llegara la siguiente pregunta, la cual deceaba adivinara para poder seguir con aquella danca que hacia sus labios y lenguas.

_Me gustan tus labios... - le dijo al separarse de ellos, y lamió los suyos para demostrarlo. - Veamos... después de una vocal... ¿consonante? No me hagas decir una por una hasta encontrar la correcta...

Era una regla estúpida, ni su propio nombre la cumplía, pero no le importaba. Volvió a besar al chico, pero, esta vez, su mano se coló debajo de la mesa, acariciando su pierna suavemente mientras le besaba.
Cuando sus labios se separaron, Ariel le miró.

_Dejemos este juego... - le propuso - Vayamos a un sítio más privado, comienzo a cansarme de las miradas ajenas...

Se encontraba a gusto con aquel chico, saboreando sus labios en cada beso, pero tenía ganas de sentirle de otra forma... La mano que acariciaba su pierna comenzó a subir por la parte interior de ellos.

_Si no..., acabaré buscando una excusa para acercarme más a tí...

Movió su silla hasta colocarse al lado de Dixen, y, fingiendo observar el cuaderno que había frente a ellos, introdujo su mano en su entrepierna, masajeándo su miembro suavemente.