Un nuevo día, La tienda Abre.

El paso lento y tranquilo del rubio muchacho se podía ver sin ningún problema al rededor de las calles, la noche había estado más tranquila de lo normal, y el hombre que había pedido de sus encantos le había tratado con amavilidad, por lo visto era casado, pero su matrimonio no iba bien...en fin, cosas que ahora mismo no tenía en mente...

Al llegar a un hostal se detiene...anteriormente estaba desalojado, pero ahora todos sus artilujios, aparatos, alfombras, lienzos y demaces se amontonaban allí, esperando ser vendido, o esperando una compra a su gusto...
Sacó las llaves que abrirían la tienda y eso hizo, enrando luego, acomodando algunos objetos en lugares mejores indicados y luego se metió dentro de un cuartito, arreglando un reloj de hace bastante tiempo, por lo visto su manesilla se había atrofiado...

-Ahora...solo falta esperar al primer cliente...-Sonrie.

Entró a la tiendecita con intenciones de buscar una pieza que valiera la pena y que pudiera añadir a su colección. Conocía al vendedor, ya que era uno de los prostitutos de Nergal. Una vez en el interior, paseó la vista por las diferentes antigüedades que allí se mostraban, pero él buscaba algo especial para su colección.

Buenos días, ¿podría atenderme alguien?

Miró alrededor, suponiendo que el encargado estaría dentro. Seguía sin ver nada que le llamase la atención, por eso quería que el encargado le atendiera cuanto antes. Tenía paciencia, pues su trabajo lo requería en todo momento. Tanto el de abogado como el de químico. Era una de las virtudes más necesarias para ambas profesiones.

Mientras reparaba el reloj oyó una voz afuera...lo hizo esperar un poco, pues ya casi acababa, solo una piecita y estaría listo...Cuando la colocó salió fuera con el reloj en mano, sonriendo dulcemente como de costumbre...

-Buenos días...perdone elhaverle echo esperar...-Habla poniendo el objeto en la medita de cristal...

-¿Podría ayudarle en algo?...o por el cntrario ya ha visto algo que resulte de su interes?...-Pregunta observando al hombre con detenimiento...Cabellos rubios, más vivos que los suyos, y ojos de un color negro bastante bonito...Su figura musculada, y con buenas ropas, parecía todo un principito de cuentos...

Esperando una respuesta arregló su cabello en una pequeña coleta, ya que suelto estorbaba en su mirada por algunos cabellos rebeldes...

No se preocupe, no tengo prisa. Necesitaría su ayuda, busco algo perteneciente al siglo XVI, pero no veo nada que me llame la atención, ¿podría aconsejarme?

Se apoya en el mostrador, observando el lindo reloj que ha traído consigo el chico. Esa pieza si que le interesa, aunque no sea del siglo que anda buscando. Desvía su mirada de nuevo al chico, esperando a que le diga algo que sea de su interés.

¿Cuánto cuesta ese reloj? Combina perfectamente con los muebles de mi apartamento.

Bueno, apartamento... la mansión no es precisamente un apartamento para él solo pero su habitación si que está decorada a su gusto. Por ello, ese reloj es perfecto para completar la decoración de su cuarto.

-Algo perteneciente...al XVI...-Susurró mientras salía de detras del mostrador, aproximandose a unos objetos depequeños tamaños hasta conseguir lo que buscaba, un guardapelo de lo más bonito, con decoraciones doradas y negras, se podía notar su antigüedad por las pequeñas oquedades, pero se mantenía en muy buen estado...después de todo habían pasado siglos desde aquellos años..

"¿Cuánto cuesta ese reloj? Combina perfectamente con los muebles de mi apartamento."

Oye que vuelve a hablar el sujeto, aproximándose con el guardapelo en su mano derecha, hasta llegar de nuevo al mostrador...

-Ese reloj está valorado a un millón trescientos mil dólares, pero como lo he tenía que terminar de arreglar hace unos instantes, pues quedara valorado a un millon doscientos mil...pero mas vale que no se vuelva a estropear, las piezas de recambio son caras por su antigüedad y por que muy pocos lo fabrican ya...-Comenta observandolo con detenimiento...-Y bueno, respecto a lo del siglo que me pidió, está esto,un guardapelo con una pequeña inscripción del forjador.-Sonríe...-Este es un poco más barato, a medio millón...-Concluye.

El dinero no es problema por lo que me llevo ambas cosas. Mejor dicho, enviaré a alguien a recogerlas, no querría que las rompieran.

Sacó un talonario, aunque tal vez fuera mejor con la tarjeta. Recordó que no la había traído por lo que escribió una cantidad en el cheque y se lo tendió al chico de la tienda. No era la cantidad que ambas piezas sumaban, sino algo más.

El extra es por el arreglo del reloj.

Volvió a mirar entre las cosas que había en el lugar, quería comprarle algo a su jefe. ¿Qué podría ser? Algo que tuviera relación con la medicina antigua, seguramente eso le gustaría.

¿Tiene utensilios que fueran utilizados en la medicina antigua?

Auguste asintió, recibiendo el cheque y mostrando una sonrrisa al observarlo...era muy amable de su parte darle algo de propina...-

-Muy amable...-Susurró guardando el cheque en lugar seguro...y guardando las piezas reclamadas en cajitas de crital, y protegidas con un papel fino, de muy buena calidad...si lo pasaría buscándo, tendria que tenerlos en buen sitio, y bien seguros.

Observó como el hombre seguía observando la tienda, y casi al instante le preguntaba por algo antiguo de medicina...sonrió con algo de sinismo.

-Bueno...como medicina exactamente no...-Susurró volviéndo a salir de detrás del mostrador, comenzando a dirigirse hasta otra estántería, llena de artilugios extraños y algunos puntgudos, de los cuales tomó uno...

-Verá, esto de aquí, era utilizado por los terroristas antiguos, casi en la época mediaval, para arrancar ojos, u otras cosas, normalmente para torturas, pero los médicos también lo solían utilizar para cuando había que extirpar un miembro inservible del cuerpo...-Explica, mostrándo el objeto de forma curva, con un filo con algo de cierra...-Tenga cuidado, ayer los arreglé y afilé.-Comenta entregándolo para su mejor observación.

Tomó el objeto con cuidado, girándolo entre sus dedos y sonriendo complacido. Si formaba parte de alguna colección se la llevaría completa. Devolvió el objeto a manos del vendedor y se dispuso a preguntar.

¿Forma parte de algún tipo de colección?

Su mirada no se apartaba del objeto, pues le había parecido perfecto para su jefe y amigo. Estaba seguro de que le encantaría usarlo para desquitarse con más de uno. Miró el lugar de donde había sido tomado el cuchillo y vio algunos más.

Si es así, me gustaría comprarlos también. En caso de no serlo... me llevaré ese y otros dos más que se le parezcan.

Observó al hombre, de verdad que estaba interesado...Sonrió, luego de escuchar la pregunta realizada...

-O si!...ya lo creo que si...pertenece a una colección bastante extensa, por desgracia, una mayoria está en los muséos de China, quienes se lo compraron a los Turcos Otomanos...yo a penas conservo la mitad...-Eplica mientras se aproxima a una de esas tantas estánterias que llanan el lugar, haciéndo una seña al hombre para que se acerque...

-Estas armas, eran realizadas por mujeres.-Señala un tipo de puñal, fino y delicado, hechas para la mano femenina...Auguste tomó una acariciándola con ternura.-Eran utilizadas en las guerras, cuando un hombre herido no podía continuar, ellas quitaban la vida limpiamente, clavándolos en el pecho, rezándo luego una oración de perdón por arrebatarles la vida.-Cuenta, dejándola luego en su sitio.-Cuento con cinco más de estas...-Se dirige a otro objeto.-Este es algo más especial, normalmente, para hacer sufrir a mujeres, matar al bebé que poseen dentro, utilizados normalmente por maridos que se creían engañados, objetos terribles algunos, ¿no cree?...-Volvió a dejarlo en el lugar.-Bueno, de estos artilujios hay muchos, como es de esperar no todos están en muestra, los demás los tengo guardados, si usted lo desea, los podría empaquetar ahora mismo.-Concluye con una dulce sonrisa, como estaba acostumbrado.

Quedó maravillado con la explicación, realmente sería un excelente regalo para su jefe. Se lo enviaría por correo con una carta, aunque le daría la intriga de saber quien se lo enviaba. Miró al dependiente, sonriendo como buen abogado. Volvió a sacar el talonario y acercándose al mostrador se apoyó para escribir la cifra que el encargado dijera.

¿Cuánto saldría? Incluya un servicio de mensajería, por favor. Pues quiero que lo envíen cuanto antes.

En un papel aparte escribió la dirección a la que debía ser enviado el paquete y unas palabras en otro papel y metido en un sobre. Su caligrafía podía ser irreconocible si así lo quería. Miró expectante al vendedor, esperando a que le diera la cifra para poder escribirla en el cheque que le entregaría.

-Si lo que desea es la colección de la que yo cuento serán 5 millones de dólares, y el correo no hace falta que lo incluya, viene directamente acoplado al pedido...-Informa dando la vuelta hasta detrás del mostrador, tomando el teléfono para marcar...La linea dió tres toques y luego fue respondido...

-Si...hola Jake...No, no voy a ir esta noche...No...escucha.-Le habla un poco fuera de lugar.-Si, un cliente, tendrás que venir hoy a recoger un pedido que acaban de hacer, si que es urgente...¿que?...claro que no...no, no quiero que me hagas ese 'tipo' de favor...vamos no bromees...-Sonrie...-Si, solo eso, nada más...hasta luego.- Después de otra risita cuelga el teléfono...suspirándo, a veces era dificil llamarle.

-Perdone la conversación.-Se disculpa pasándo la mano por el cabello.-Está todo listo, al rededor de una hora vendrán a poder el pedido en punto...usted solo tendrá que esperar a que llegue su paquete.-Concluye con una amplia sonrisa.

No tiene que disculparse, es uno de los chicos de Nergal ¿no? Estoy acostumbrado a ese tipo de conversaciones.

Sonrió mientras rellenaba el cheque y se lo entregaba al rubio. Como en el cheque anterior, había una pequeña propina de 200.000 dólares para él. De nuevo sonrió al oírle decir que sólo tendría que esperar el paquete.

Esta colección no va para mí, son un regalo para un amigo. Es él quien recibirá el pedido.

Sonrió algo enigmático, pues se estaba imaginando la cara que pondría su amigo al recibir ese paquete. Sólo esperaba haber acertado en su elección. Los otros dos objetos serían recogidos por su secretaria.

Dentro de dos horas vendrá mi secretaria a recoger los otros dos objetos. Espero que no le sea molestia guardármelos hasta entonces.

Un leve sonrrojo apareció en su rostro...entonces ese hombre también le servía...puede que algún mafioso a su servioso...de todos modos era algo que no le incumbia...Con cautela guardó los dos cheques entregados, dándose cuenta del dinero extra...en cierto modo lo agradecía, pero no tenía por que molestarse.

-Gracias por el extra, creo que no le vendrán nada mal a mi compañero.-Dijo pensando en su nuevo ayudante Demian. Le vendrían fantástico para sus estudios, en cambio a élno le harían falta.-Y de seguro que a su amigo le encantará este tipo de cosas, son objetos que no seencuentran en todas partes...a parte de caros...y sus hermosos gravados los hacen únicos para su decoración.-Sonrie tomando los dos objetos, el guardapelo ofrecido y el reloj antiguo...los tendría a buen recaudo hasta que fueran a recogelos.

- Y no se preocupe, no es molestia mantenerlos aquí por dos horas más.

Conociéndolo, seguro que tiene razón y le encantan. ¿Me permite invitarle a almorzar después para agradecerle su atención?

El comentario sobre el dinero extra le hizo sonreír, si servía para alguien era suficiente para él. No lo había hecho sólo por caridad, sino porque aquella tienda se merecía su respeto y su colaboración desinteresada. Ahora que ya todo estaba solucionado, sólo faltaba que aceptara o rechazara su oferta, cualquiera de las dos opciones sería aceptada por el abogado.

Puede negarse si quiere, no está obligado a ello.

- ¡O no!...claro que no...será, será un honor para mí acompañarle a almorzar.-Sonrie volviendo a acomodar su cabello, era tan lacio, que era fácil que el moño dejase de sujetarle...

-No esta nada mal amolzar acompañado de vez en cuando.-Dice cruzando de nuevo el mostrador, era de muy mala educación hablar a un cliente que acaba de invitarte a almorzar a través de este, o al menos para él.

-Si me permite...conosco un lugar que agrada a muchos, se llama "Le rouge de la plate"...-Era dificil que a un hombre como ese no le sonase el nombre, pues era el más visitado por ricos y gente adinerada, también por Auguste, extrañaba su comida natal muy a menudo y su dinero selo permitía siempre que quería...-Si quiere puedo ayudarle con la cuenta, a medias estará bien.

¿Qué clase de invitación sería si permito que pague la mitad? No se preocupe, conozco el lugar y soy asiduo.

Prácticamente le tenían el sitio reservado para cuando iba por allí. Sacó el móvil para hacer una llamada y dar algunas órdenes a los del bufete y lo apagó, estaría ausente para todos hasta que terminara el almuerzo.

He cerrado más de un trato para mi cliente en ese restaurante. Soy abogado, un oficio algo difícil pero gratificante.

El otro trabajo no tenía porque conocerlo, ese era mejor seguir manteniéndolo oculto a oídos indiscretos. No todos aquellos a los que conocía le parecía adecuado que hubiera estudiado dos carreras tan distintas entre sí.

¿Tiene tiempo ahora o paso más tarde a recogerle?

Sonrió dulcemente mientras veía al hombre llamar al restaurante, haciendo algunas ordenes, la verdad es que parecía preparado en todo, siempre con los problemas y sus resoluciones a mano...Cuando dijo su oficio pareció comprobarlo un poco mejor...era normal que un abogado estuviese siempre pendiente de sus pros y contras, y parecía que a este, se le daba de maravilla...

-Como puede observar no muchos vienen por aquí, y no creo que a ese que decida pasar hoy, le importe pasar mañana...-El único problema que había era el del mensajero que llegaría a ponerlo todo en orden, pero de todos modos, ese hombre ya constaba con una llave, era de confianza, solo dejaría una nota y todo listo.

-Si a usted le viene bien ahora, no estaría nada mal.-Concluye retirándose por un momento a la trastienda después de una pequeña reberencia, anotándo lo que el mensajero tendría que hacer, saliendo en un momento, tomán un pequeño abrigo y soltando su cabello.

Esperó a que el chico saliera y le ofreció su brazo para guiarlo fuera de la tienda. Aguardó a que el rubio cerrara la tienda para poner rumbo al restaurante del que habían estado hablando.

¿Quiere ir andando o llamo un taxi para que venga a recogernos?

No había pedido a ninguno de sus hombres que fuera a recogerlo por lo que la única opción era tomar un taxi si querían ir en coche. La otra opción era ir andando, sería agradable poder pasear un poco antes de llegar al lugar, así hacían tiempo y no iban tan temprano.

Usted decide, aunque primero sería conveniente presentarnos. Yo soy Rupert Donovan ¿y usted?

Toma la mano ofresida del contrario delicadamente, luego de haber cerrado la tienda, dejándo unapequeña nota entre la ranura de la entrada para el chico que luego vendría, oyendo con atensión lo que el hombre meditaba...

-Creo que ir a pie sería una buena obción, todavía es temprano, y un paseo no estaría nada mal después de todo...

Habló oyendo la pregunta del hombre...

-Encantado, y disculpe mi poco respeto...Mi nombre es Auguste D'centto, encantado...-Sonrie finalmente, comenzando el camino hasta tal lujoso sitio.

Asintió a las palabras del chico y comenzó a caminar con él de su brazo. Desde la oficina ya habrían pedido mesa para dos a su nombre, de eso estaba seguro.

¿Puedo llamarle Auguste? A cambio usted me puede llamar Rupert.

El tiempo era agradable por lo que apetecía pasear con tranquilidad y sin ningún tipo de prisa por llegar a los sitios, como la mayor parte de la gente que pasaba a su lado hacía. Ellos tenían la suerte de poder relajar el paso y disfrutar del paseo y la mutua compañía que se hacían.

-Perfecto....no estoy acostumbrado a que me llamen por el apellido, asi que Auguste está bien, Rupert ...-SOnrie, mirándo por un moento hacia atrás, asegurándose de que la tienda estaba en buenas condiciones...y volviendo la vista al frente...

-Y dígame...esa persona a la que envia el regalo, ¿es algún amor?...-Pregunta siempre con esa sonrrisa pegadisa.-Si puede saberse claro, no tengo intensiones en inmiscuirme en asuntos ajenos...-Aclara, antes de crear cualquier mal entendimiento.

El día estaba tranquilo, y el Sol no muy fuerte, más bien hacía un poco de frío, y las nubes comenzaban a estorbar a los cálidos rayos solares, pero eso ya lo preveía, pues por eso esa mañana habia decido salir algo más abrigado que de costumbre.

No, sólo un buen amigo al que quiero hacer un obsequio.

Era agradable pasear a esa hora del día, casi todas las personas de la ciudad estaban trabajando y las pocas que quedaban por las calles iban con tanta prisa que no se detenían por nada.

¿Quiere ir a otro sitio antes de que lleguemos al restaurante?

Era temprano para ir a comer, además tenían mesa reservada por lo que no les negarían la entrada por estar completos. Por otro lado, le gustaba la idea de poder invitar también al joven a un helado.

Oyó la proposición del hombre...y no le pareció nada mal...simplemente sonrió, mirándole alegre...

-No estaría nada mal seguir paseando durante otro rato...solo escoja donde ir, yo le acompañaré sin ningún problema, no siempre tengo gente con quien pasear, y usted es verderamente agradable...-Concluye, como siempre sonriendo...era un gran hombre a quien tenía al lado, y ese amigo quetenía, quien resibiría el paquete, seguramente pensaba lo mismo, estaba seguro que quien pudiese ganar su corazón, estaría satisfecho...

Gracias por el halago, puedo decir lo mismo de usted, es realmente agradable pasear a su lado.

Sin decir una palabra más puso rumbo a un lindo parque que había cerca del restaurante, que no fuesen a entrar todavía no significaba que no pudiesen estar cerca para cuando llegase la hora.

¿Le parece bien aquí?

Miró a su acompañante, si fuera un poco más atrevido en determinadas cosas hubiera sido capaz de ser más lanzado con el chico, pero lo suyo no era tirar los tejos a nadie.

Siguieron el camino, charlando animosos ambos...hasta que llegaron a un lugar ciertamente precioso...un parque, al cual ya había asistido, pero que en compañía parecía brillar aun más...Con un largo paseo, rodeado de cesped que desprendía olor a recién cortado, un aroma que agradaba bastante al peli largo...
Miró a su acompañante juntandose un poco más a él...era agradable sin lugar a dudas..

-Perfecto el lugar escogido...-Sonrie ampliamente, y ambos siguieron el paso, observando a cada lado de este...