Residencia de Yohann

Finalmente pudo llegar a la ciudad y con algunas indicaciones que le proporcionaron los ciudadanos, se le hizo más fácil llegar hasta su vivienda. Era una cabaña de madera rústica, aposentada sobre un campo de césped, con una escalera de pocos peldaños a modo de entrada. Alzó la vista y la giró de un lado a otro observándola. Le había gustado, no le agradaban las cosas muy llamativas, era un chico que gustaba de lo sensillo.

Al fin se decidió a avanzar, subió la escalera. Buscó las llaves en su pantalón y abrió posteriormente la puerta. Adentro, no era demasiado grande, las proporciones justas para un hombre como él. Entró y dejó las maletas a la entrada para recorrer la vivienda.

Tenía dos cuartos, el más grande se encontraba al fondo y tenía baño propio, una cama de dos plazas y sus respectivos muebles. Todo en madera rústica. Hacía parecer que estaba viviendo en el bosque. Sonrió al pensar en ello, puesto que siempre había deseado descomunicarse de las urbes ruidosas.

Se sentó en la cama y luego se reclinó para mirar el techo.

El resto de la mañana se dedicó a organizarla de la manera más apropiada para él, colocando las cosas que había traído, puesto que el camión de mudanzas ya había dejado varias cajas con cosas en una esquina de la sala.

Una vez que su casa estuvo de la manera en que le gustaba, limpia y con sus cosas en su lugar; pudo respirar tranquilo parado en frente de una ventana abierta que daba hacia el patio. Sonrió, le agradaba aquel lugar.

Ahora, con todo listo, podría dar una vuelta por la ciudad y así ver dónde ir al día siguiente, pues empezaba ya su turno como médico pediatra. Tomó su chaqueta y salió de la cabaña para ir a recorrer los alrededores.

Acababa de llegar de la playa con un humor algo cambiado y aparcó su coche dentro del garaje para salir y tirar de la puerta para dejarlo bien resguardado.Se oyeron enseguida lo ladridos de Junne que corría de nuevo alreredor de su dueño al ver que parecía más animado que antes.

Por fin en casa...mi casa.

Comento Ansuar por su cuenta dandole vueltas a las llaves cuando le dió la impresion de divisar a otra persona mientras se dirigía al porche.Su lobo negro June siguió la mirada de su amo quedandose estatico ante el desconocido ,pero no le daba por ladrar cuando estaba en compañia del amo.

Buenos dias...

Sin duda era nuevo y parecia bastante alto por lucir algo inclinado en la ventana.El diseñador se le quedo viendo con una sonrisa amable.

Bajaba la escalera cuando alguien lo saludó, giró el rostro y fijó la atención en quién le hablaba. Sonrió al notar a un joven de buena apariencia junto a su mascota - Buenos días... -

Parecía amable, por lo que no sería descortés, continuó con su camino hasta llegar a la calle, cerca de donde se encontraba el muchacho - Usted es mi vecino? - lo miraba atento esperando su respuesta.

Habría sido mucho mejor conocerlos con una fiesta en su cabaña, sin embargo, aún no tenía víveres que ofrecer a los cercanos.

Escuchó la pregunta pero tardo en responder por que estaba asimilando la altura del moreno ,era realmente alto hasta que subió de nuevo la vista fijándose de nuevo en sus ojos azules ,debía admitir que imponía bastante.


Si ,eso parece aunque que coincidamos a menudo no lo sé...y...

Se rasco la barbilla sonriendo ligeramente mientras sentia la cola de su mascota golpearle ,cuando esta se sentó sin perder de vista al chico."Guauuu".

Esta es mi mascota June...siempre se adelanta a saludar por su cuenta.

Sonrió amablemente y se inclinó para acariciar la cabeza al cánido, luego deslizar los largos dedos por el lomo de la bestia - es un buen ejemplar el suyo... - sonrió alzando el rostro para mirarlo y luego se levantó extendiendo el brazo en su dirección con el fin de saludarlo adecuadamente - Yohann es mi nombre, un agrado de conocerlo... - sonrió nuevamente.

Ansuar Tachibana...un placer igualmente.

Al ver como alzaba su mano simplemente se la cogió y sonrió hasta casi no verse sus irises.Le gustaba la gente amable ,era mas llevadero que otras personas sarcásticas ,aunque Ansuar tenía otros enfoques en su comportamiento.

La verdad es que aprecio mucho a mi mascota ,soy de los que consideran que ellos sienten dolor como nosotros...este mundo ya es algo egoísta con ellos ,pero un amo es un pequeño alivio.

Asintió - opino igual que usted, pero sinceramente creo que son como niños de los cuales ocuparse, enseñándolos, alimentándolos y dándoles un hogar - Yohann era un amante de niños y de animales, le agradaba protegerloa a como diera lugar.

- Disculpe - cambiando de tema - me podría dar las indicaciones de cómo llegar al supermercado, necesito comprar víveres - había soltado su mano y ahora despeinaba su cabello un tanto inquieto.

Quien sabe ,si solo pudieran hablar.

En un ademán solo sonrió al primer comentario del chico.June lo observaba de vez en cuando o a veces pendiente de los coches que pasaban ,pero sus orejitas no paraban de moverse.Ansuar se agachó acariciándolo un poco y observando al moreno.

¿Quiere que lo acompañe al supermercado?...hay un centro comercial no muy lejos de aqui...es bastante grande ,pero con un guía le ira mejor.

Su expresión se volvió divertida por aquel gesto ,daba la impresión de ser bastante modesto pero siempre era mejor mantener cierta prudencia.Tambien era cierto que todos allí tenían una doble vida.

Miró al animal y luego a su dueño, percatándose de la buena relación que tenían ellos dos, casi tan buena como la que él había tenido una vez con una mascota a la que había perdido hace algún tiempo. Sontió y al escucharlo abrió los ojos de la sorpresa - en serio? - musitó - no lo molesto cierto?, la verdad es que debo comprar cosas, no tengo nada, excepto agua y electricidad -

Tal vez le iría bien en esta ciudad, la gente parecía amable y generosa, esperaba poder ser de ayuda a la comunidad.

No te sorprenda tanto...

Murmuro por lo bajo cuando había captado aquella expresion en el otro.Tenía algunos trabajos pendientes pero antes se daría un paseo por el centro comercial ,realmente no le costaba nada hacerlo.

No te preocupes ,guardaré a June en casa...aunque si necesitas comprar tanto tendremos que coger tu coche.Acabo de aparcar el mío y esta algo sucio...mjmjm.

Aquello le dio cierta pena.

Ocupar su coche - uhm.... - sonrió - buena idea.. además me agradará la compañía pues deseo conocer la ciudad, sólo llegué hace un par de horas - Caminó hasta su vehículo y se apoyó en él - lo estaré esperando aquí - agitó la mano y se introdujo en el carro con la finalidad de ordenar un poco ,puesto que había llevado varias cosas allí y aún estaba algo desorganizado.

Conoceras el centro comercial conmigo ,mi tiempo anda un poco escaso para visitar toda la ciudad.

Comentó entretenido ,luego guió a June a la casa y se despidio del animal antes de trancar bien por fuera.A los minutos ya estaba abriendo la puerta del coche de de Yohhan ,el centro comercial se podía ir a pie ,pero con carga no sería entretenido el paseo.

Cuando tu quieras nos ponemos en marcha...puedes aprovechar y comprarte tambien un poco de ropa por si necesitas.

Lo quedó mirando, no era muy asiduo a comprarse ropa, sólo lo hacía cuando realmente necesitaba - creo que lo dejaré para otra ocasión... - sonrió - sólo compraré lo necesario - encendió el motor y salió del estacionamiento y se dirigió hacia la calle - tú dirás en qué dirección virar... -

Cuando el chico le indicó, sacó el vehículo con cuidado y luego salieron a toda velocidad, amaba que el viento acariciara su cabello y por eso había retirado el cielo del vehículo, ahora era un descapotable en el que viajaban.

No había sacado la moto, puesto que compraría víveres, al regreso no podría cargarlos y manejar.

Disfruto de la suave brisa que meció su cabello cuando el coche se puso en marcha ,quedando un tanto sorprendido al descubrir que se trataba de un descapotable.

Gira a la derecha en el siguiente cruce ,no tardaremos demasiado en llegar.

Comentó divertido para sus adentros más que el para chico que igua lo escuchaba.
(^^creas topic en zona comercial?...)

- Como digas - el viento acariciaba el cabello de ambos, cosa que le agradaba sumamente, mucho más pues iba en buena compañía, la cual le ayudaba a llegar pronto a su destino.

Tal vez sería buena idea invitarle a inaugurar su cabaña, debía pensarlo bien, tal vez sería algo muy osado de su parte.

---> En el supermercado <---

Aquella mañana se había levantado temprano con el fin de recibir al chico que había contratado para que fuera tres veces al día a su residencia, de modo que hiciera el aseo y se preocupara de las plantas que traía del pueblo donde antes vivía.

Sonrió, eran las 7:15, fue al baño y tomó una ducha rápida, luego se cambió de ropa y se hizo un poco de café a la espera del muchachito que había conocido por casualidad en una de las calles de la gran ciudad.

Tomaba su café sentado en el sillón de su pequeña sala, pues la cabaña no era muy espaciosa, si algo le desagradaba eran las opulencias extremas. Con una cabaña bastaba y sobraba para un hombre soltero y eso era lo que él era.

Se levantó cuando sintió aquel timbrazo y sonrió mientras caminaba tranquilamente hacia la puerta principal. Abrió y allí estaba el chiquillo, con una ropa bastante extravagante, él vestía de casa, unos pantalones de tela de lino blanco, holgados; y un sweater no muy grueso, zapatillas de casa - Hola... pasa pasa! - le permitió ingresar - estás en tu casa... - sonrió con amabilidad.

Giró después de cerrar aquella puerta tras suyo y caminó hasta el centro de la sala, pequeña por lo demás con una chimenea de fondo como gran cosa y un sillón en frente con el fin de calentarse en horas de frío.

- Esta es mi humilde morada - sonrió un tanto orgulloso de su vivienda, a pesar de no ser lujosa como la de los vecinos, estaba bien equipada y... después de todo, no necesitaba más, con suerte lo venía a visitar Rupert de vez en cuando.

- Sígueme, por favor... - Caminó lentamente como esperando a que el chico se decidiera a continuar con el tour y se detuvieron en la puerta de la cocina, para que el hombre entrara y extendiera uno de sus brazos - esta es la cocina, nada espectacular, me agradaría que pudieses hacer algo de comer si no te molesta... a veces llego cansado del trabajo y me agradaría poder probar alimentos caseros - sonrió avergonzado, pues no lograba cambiar sus conductas "de pueblo", no se acostumbraba a las comidas pre cocinadas.

Abrió el refrigerador y sacó un cartón de leche, sirvió un poco en un vaso y sacó unas galletas desde un mueble para llamarlo con la mano - por favor... sírvete... -

Sonrié - Ya he comido hoy... lo serví para ti... - caminó hasta las otras habitaciones - por acá... está mi cuarto... acá el de invitados, los respectivos baños... - abrió una puerta al final de la casa y sintió como el viento recorría su faz, provocando que los negros hilos danzaran suave por sus mejillas. Sonrió y acomodó el cabello adecuadamente - y este.. es el patio - le mostró.

Giró entonces y le miró serio - Deseo que vengas a mi casa... a ayudarme con el aseo, no pretendo tener relaciones carnales contigo... sólo deseo ayudarte - hizo un movimiento de cabeza como afirmativo y luego pasó por el costado derecho del menor. Como pediatra, no le cabía en la cabeza que un adulto deseara algo con un menor de edad.

Tomó su abrigo y el maletín para voltear a mirarle a lo lejos - puedes servirte lo que desees... sólo deja la puerta bien cerrada cuando te vayas, estás de acuerdo? -

Sonrió y despeinó a aquel chico, se imaginaba a él mismo sin la ayuda que le habían proporcionado en el orfanato y... pensó que tal vez la necesidad lo habría obligado a llegar a donde mismo se encontraba Jazz.

- Eso espero... un buen trabajo de tu parte y que pronto comiences a ir a clases... - lo quedó mirando fijamente, como dándole a entender que no había otra salida o estudiaba o estudiaba - no seas necio muchacho... que no vas a estar toda la vida en las calles... - se inclinó un poco sobre el de orejas extrañas - a poco te gusta hacerlo con desconocidos? - alzó una de sus cejas un tanto dubitativo mientras lo observaba muy de cerca - Ehhh? - le picó la nariz y luego se levantó para proseguir.

- Es mejor que te prepares para cuando tengas edad de poder escoger libremente y no depender del resto - terminó diciendo y luego se encaminó hacia la puerta - piénsalo... no tienes por qué obligarte a trabajar en las calles toda la vida... -