El turno de noche da comienzo. [Libre]

- una sonrisa de medio labio cubrio su boca mostrando la esbeltez y la sutilidad de sus movimientos, sus manos aferraron aquella copa que le habia dado auguste y colocó sus dedos sobre el menton con la mano que tenia libre, mientras el olor del vino le inundaba los sentidos conseguía pensar friamente como casi todas las noches conseguia, no habia ninguna en la que la tranquilidad durase pero sabia que definitivamente esta noche ya se habia acabado todo el albotoro -

supongo que cuando te acostumbras a ello ya no es tan importante

- encogío sus hombros apoyando su espalda en el muro que habia al lado biendose su figura estando oculta tras un albornoz de seda, su digito acaricio los bordes del vaso entonando una melodia dulce y suave que esperaba que el otro oyera mientras era tan vana e inutil como sus acciones, no le gustaba dar conversacion o que la gente se sintiera comoda a su alrededor, el solo acuaba como siempre sabia hacer -

Si, siempre era igual, en el momento que te acostumbraces, ya te sentías capaz de hacer cualquier cosa, también le había ocurrido en sus horas de prostitución...lo que a él le parece lo más normal, a muchos les parecería algo vulgar y horroroso...pero el tiempo hace la practica, y con ella, la costumbre.

Tomó asiento en una de las sillas que aún se encontraban en el balcón, observando a su jefe, quien comenzaba a entonar un dulce canción, que salía de sus labios como hilos de miel y azucar...otra sorpresa que le tenía preparada...el hombre, sabía cantar...

Sin molestarle, cerró los ojos, dejándose llevar por la incesante melódia...recordaba averla oído en algún sitio...pero un recuerdo lejano...
Tomó el vaso, y volvió a beber un poco, esta vez con pasiencia, sin prisas, degustándo cada gota del contenido...amargo y dulce a la vez, con ese sabor a alcohol que nunca creyó necesitar...

- el silencio podia sentirse mas dulce que el mismo vino que sostenia en sus mano finalmente acallando aquel canto y bebiendo un poco del nectar que contenia su bebida, finalmente se sentó en la barandillacolocando su espalda en el limite del muro, habia hecho siempre eso y se sentia muy libre sobre todo por las caricias en sus cabellos del aire, su rostro seguia sin denotarse ninguna expresion finalmente colocó el vaso en la mesa de madera y colocó sus manos en su nuca, cerró los ojos viendose como su pierna derecha se movia en un vaiven y como sus labios seguian tarareando pero de garganta aquella cancion, era la favorita de mythos y de el mismo nergal aunque nunca se supiera la letra porque estaba conformada por violines -

mañana puedes tomarte el dia libre

El silencio por un momento se vió roto por las nuevas palabras de su jefe...Auguste sonrió, sin siquiera abrir los ojos...si, sería agradable tener un dia libre...ir de fiesta...o dormir toda la noche...lo necesitaba.

-Su oferta no será rechazada...-Susurró llevándo de nueva cuenta el vaso a sus labios...terminándo el contenido y devolverlo a la mesa...Su compañía no hablaba demasiado...pero era bastante agradable acompañanle...sobre todo si tarareaba una linda melodía...la cual aún, no sabía decir en donde, o de que la recordaba...

Pasado un tiempo se levantó del sitio, volviendo adentro, el frio comenzaba a notarse más que nunca, y era mejor vestirse...Se dirigió a la habitación, y allí tomó sus ropas...colocando primero el fino sueter de azul celeste y los pantlones, volviendo a la cocina, y esta vez cogiendo algo para comer...