Tienda de antigüedades Open [Privado]

Marcoh no perdió el tiempo y en seguida, a pesar de sus gemidos, comenzó a desvestirle. Pronto, ambos estuvieron, al igual que Auguste, en boxers.

Demian se coló entre las piernas del pelinegro y, mientras se fundían en un húmedo beso, rozó sus caderas contra las del menor, frotando ambos miembros bajo las telas de la ropa interior.

El comentario de Auguste le hizo jadear contra el cuello, humedecido por su saliva, de Marcoh, a la vez que el pelinegro le estrujaba entre sus piernas, apretándole más contra él. Con una sonrisa maliciosa, Demian aprovechó la posición de Marcoh para colar una mano hacia su trasero, apretándolo con algo de fuerza.

"Ahhh..." gimió Marcoh ante el apretón, abriendo un poco más sus piernas.

"Esperad un momento... se me ha ocurrido un juego que tal vez sea más interesante..." dijo el rubio, sentándose sobre sus talones sin soltar los muslos abiertos de Marcoh. "Uno podría decidir lo que hacen los otros tres mientras se limita a mirar, y después puede cambiarse por otro. Daría instrucciones y tendría una vista maravillosa de todo lo que pasara... ¿qué os parece...?" inquirió, acariciando la cara interna del muslo del pelinegro con suavidad.

Una vez se encontraron al lado de la otra pareja, el castaño comenzaba a tocarle con deseo...mientras las manos de auguste atendían el miembro del contrario...y sus labios se ensartaban en su cuello...sintiéndo las manos del otro descender con estusiasmo, ambos gemían levemente...disfrutando del contacto...cuando la voz de Demian volvió a resurgir entre los jadeos con algo coherente...y exitante al oído del rubio...sería...'un placer morboso' poner en practica eso que el rubio daba a explicar...

-Umn...eres un rubito de lo más espavilado...-Comentó acercándose a él para besar su labios juguetón...-Me gusta la idea...

Sonrió al ver que todos se mostraban conformes, y respondió al beso que Auguste se acercó para darle.

"Bien y... ¿quién será el primer privilegiado en dar las órdenes?" inquirió, mientras rodeaba la cintura de Auguste con sus brazos y se entretenía besando y lamiendo sus labios.

Marcoh, por su parte, desinteresado al parecer en ocupar ese puesto, se sentó en la cama y se dedico a mordisquear el cuello de Demian, pasando al de Auguste al cabo de unos instantes.

-Parece ser que las tendre que dar yo...-Habló por fin el hombre...al cual se le oyó con voz ronca y exitada...una voz madura...y llena de fuerza...-Nada más me 'alegría' que ver a tres jovencitos dandose el placer necesario...umn...ricos manjares se pasearán por delante de mis ojos...-Concluyó, o eso parecía...

Mientras Auguste era 'atrapado' por los brazos del joven Demian, que al parecer, contaban con una fuerza mayor al del vendedor...
Por el contrario, el joven Marcoh comenzaba a jugar con ambos rubios...una vista excelente...

-Umn...Auguste...como, te veo juguetón...me gustaría mucho, ver como te lo follas...-Comentó observándo de reojo al otro rubio...Auguste simplemente sonrie malicioso...parece ser que tendrá el gusto de probar lo bueno que era su ayudante hantes de lo que creía...-Mientras tú Marcoh...te lo coges a él...-Murmuró finalmente, observando al vendedor...-Espero que mis ordenes no sean desovedecidas...ahora...seré vuestro amo...

Umn, resultó ser el más callado y morboso hombre, el que Auguste había tomado como compañero...

-Será como usted diga...'amo'...-Sonrió...

Observó al hombre mientras tomaba la decisión de ser él quien dispusiera las instrucciones a seguir y sonrió al escuchar la orden dada a Auguste, viendo como el rubio le sonreía con malicia.

El pelinegro asintió a su orden e hizo una ligera reverencia antes de pasar a la espalda del vendedor y repartir besos por ella.

"Así será, amo..." musitó Demian, sin soltar todavía a Auguste, pero aflojando el agarre para que el vendedor pudiera deshacer el abrazo cuando quisiera.

-Umn...parece ser...que hoy serás mio...-Musitó dándose la vuelta con ligereza...sintiendo los múltiples besos y caricias que el pelinegro comenzaba a ofrecerle...comenzándo a caldear el hambiente...

-Lo estaba deseando...-Continúa, volviéndo a besarle, ahora, frente a él...acariciándo su pecho...deteniéndose en sus pezones, los cuales pellizcaba con entretenimiento...intercambiando los dedos por su lengua...mientras sus manos hacían un camino más íntimo, hasta posarse en las caderas de este...comenzándo a bajar el boxer del joven....

-Eres aparentemente delicado....pero verdaderamente fuerte...-Susurró comenzándo a recostarle...mientras sus labios, comenzaban a descender...por su estómago, deteniendose en su ombligo...lamiendo a su al rededor, para luego introducir su lengua en la pequeña cabidad...

-Sabes delicioso...

Sonrió al escucharle, respondiendo con presteza a sus besos, dejándose tocar y acariciar por Auguste. Llevó los brazos, de la cintura del rubio a sus hombros, suspirando de satisfacción cuando le tomó de las caderas y comenzó a bajar su boxer.

"¿Lo estabas deseando?." repitió sonriendo con picardía. "Si tenías tantas ganas sólo tenías que decirlo... por algo ahora eres mi jefe, ¿no?." añadió con cierta malicia, gimiendo contra su oído cuando Auguste torturó sus pezones.

Lo cierto era que él también había estado deseando aquello, quería ver de lo que era capaz Auguste... Y probablemente éste se sorprendiera de lo que Demian era capaz de aguantar... sin duda era fuerte y complaciente cuando quería.
Se tumbó en la cama y arqueó ligeramente su espalda cuando el rubio se dedicó a besar y lamer su pecho, su estómago...

"Tú lo haces delicioso..." musitó jadeando cuando la lengua del vendedor se coló en su ombligo.

Mientras tanto, Marcoh, acarició cuanta piel hubiera disponible para él, bajándole la ropa interior a Auguste y llevando sus manos a los pezones de éste para estirarlos y pellizcarlos mientras rozaba su miembro ya erecto contra su trasero.

-Ahh...-Gimió levemente a las atensiones que el apuesto pelinegro comenzaba a brindarle...mientras escuchaba las 'morbosas' palabras que el rubio le susrraba...era un espectaculo deleitante uno de los mejores...

Cuando creyó que su ombligo estaba lo suficientemente descubierto...pasó a zones más intimas...lamiendo la parte interior de los muslos...mientras sus manos comenzaban a masajear el miembro de Demian...quien se retorcía jugosamente bajo sus brazos...curbándose...dedicandole suspiros y gemidos...

Y entonces lo vió...ese delicioso ano contraido...pidiendo ser profanado por...quien sabe cuantas habían pasado por allí...pero eso no importaba...lo que importaba...era que esa vez sería él quien lo disfrutaría...

Sin esperar más...comenzó a lamer el agujero...haciéndo un poco de presión con su lengua, sin llegar a hundirla...pasando a sus testículos...terminando en la punta de su pene...lamiendo con cariño esta...hasta engullirlo por completo...felandolo con algo de presión...manteniéndo la punta con extremo lujo de placeres...

A esas alturas, Demian no tenía ninguna duda sobre por qué Auguste era tan famoso en el prostíbulo. Desde luego tenía unas manos y una boca prodigiosas.

El rubio se estremeció al sentir la lengua caliente y húmeda de Auguste acariciar la parte interna de sus muslos y jadeó cuando se dedicó a masturbarle. Pero nada se pudo comparar a cuando llegó a su entrada y comenzó a dilatarla con su propia lengua para luego jugar con sus genitales.

"Ahhh... ahhhmmmm.... Auguste.... ahhhhh..." gimió, llevando sus manos al cabello del otro, acariciándolo y enredando sus dedos en él.

El pelinegro, por su parte, para no perder el ritmo, lamió dos de sus dedos y los llevó a la entrada del rubio, acariciándola superficialmente para después introducir poco a poco un dígito en el interior de aquella entradita prieta.
Poco a poco, sin dejar de moverlo, lo hundió por completo y enseguida metió otro más después de darle una ligera nalgada a Auguste.

Se le oía jadear ligeramente y tenía el miembro tan duro que casi le dolía... sin duda estaba deseando penetrar el delicioso trasero del mayor.

Los dedos del pelinegro comenzaron a penetrar su tracero...con afan de 'prepararlo'...parecía ser que este chico no sabía que estaba mucho más que eso...habiéndose introducido en ese ano, muchos miembros variados tanto en tamaño como en ancho....

Sonrie ante este pensamiento tan sucio...aunque, le parecía dulce, y morboso que hiciese algo como eso...

Mientras, Auguste seguía con su pequeño 'trabajo'....un poco más ansioso volvió a encaminarse a la entrada de su ayudante...con dos de sus dedos estiró un poco la carne que se encontraba al rededor del ano...mientras su lengua se abría paso a su interior...provando el mojadito conducto de su 'presa'...No estuvo mucho rato profanando ese lugar, cuando se apartó relamiendose los labios...y volviendo a llegar hasta sus labios...dandole un pico...

-Quiero hacerlo ya...-Susurra elevando la piernas de este, colocándose en posición.....-Quiero sentirte....quien que me acojas en tu interior...-Comentaba mientras poco a poco se iba introduciendo...soltando un fuerte y largo gemido morboso y algo ronco una vez estuvo dentro...

Por otro lado, el castaño, se encontraba sentado a un lado...acariciando su miembro...mientras observaba la deliciosa escena...

El rubio jadeó, mordiéndose el labio inferior con ansias, deseando sentirle dentro de una vez. Por eso, cuando Auguste susurró aquello, levantando sus piernas y colocándose entre ellas le miró con lujuria, abriendo gustoso sus piernas, dispuesto a acogerle completamente.

"Ahmmmm... mmmm.... estás duro... ahhhh... y caliente..." musitó una vez tuvo el miembro de su jefe en su interior.

Al girar el rostro pudo ver al hombre que les había mandado hacer aquello, sentado en uno de los lados de la cama, masturbándose ansioso.

El pelinegro por su parte, al sentir que la entrada de Auguste ya estaba suficientemente dilatada, se masturbó un poco más y enfiló su pene hacia aquel ano jugoso y palpitante. Lentamente lo fue metiendo hasta que sus testículos chocaron con los del rubio.

"Uhm.... es estrechísimo..." jadeó arqueado contra la espalda de Auguste, mordiendo con deseo el lóbulo de su oreja mientras comenzaba a mover sus caderas.

Las palabras del rubio le causaron una sonrisa traviesa...notándo como el otro comenzaba a adentrarse en su esrtrechez...ocacionandole un suave gemido...sintiendo luego la mordida en su lóbulo...

-Ahh....-Gimió una vez ambos rubios estuvieron ensartados...Quedándose un momento absorto en su mundo de placer...más cuando sintió que el pelinegro comenzaba a moverse Auguste le imitó...moviendose ambos con lentitud...elevando el ritmo a cada momento...perdiendose en la estrechez del rubio y en el rico miembro del otro joven....

-Umn...Demian...joder...aahh....eres delicioso...

Demian pudo notar el placer que recorrió a Auguste cuando fue ensartado por el pelinegro. Su miembro se endureció aún más y pareció curvarse, presionando con más fuerza su próstata, haciéndole gemir y arquearse de puro placer.

"Ahhh... Ahhh... pues... uhmmm... puedes degustarme ahhhh... cuando quieras... ahmmmpffff..." contestó entre jadeos y gemidos.

El pelinegro cogió con fuerza las caderas del rubio y comenzó a intensificar el ritmo, volviéndolo más duro y rápido, haciendo que sus caderas chocaran contra el trasero de Auguste.

-Ahh....ahh...-Las embestidas del pelinegro eran más fuertes y presisas...lo que hacía que el Rubio tomara su mismo ritmo...golpeando con fuerza el interior de ese chico travieso que tenía bajo su cuerpo...besandolo con fogosidad, acariciandolo con posesividad...degustando su cuello, sintiendo como todo ese placer que sentía le enbriagaba cada ves más...sin dejar de recorrer la escultura que poseía...llegando a su miembro para estimularlo con fuerza...

Mientras tanto, el castaño se acercaba a la cama, acariciándo el tracero del pelinegro, pasando luego sus manos por los otros dos jovenes...deleitandose con artas figuras hermosas...bendiciendo ese día...y agradeciendo que el estuviese presente ante tal actuación.

Demian respondía a sus besos con intensidad, enroscando sus lenguas y mordisqueando su labio inferior, disfrutando de las caricias posesivas del Auguste y gimiendo a cada una de sus duras embestidas, aumentando el volumen de éstos cuando su jefe comenzó a masturbarle con fuerza.

Por su lado, el pelinegro jadeaba al oído de Auguste, arremetiendo cada vez más fuerte contra el redondo y prieto trasero del rubio, perdiéndose en la estrechez de éste. El chico gimió con fuerza y arqueó su cuerpo cuando el hombre acarició su trasero y aumentó aún más el ritmo de las embestidas.

-Ahh....ahh...De....Demian...-Susurró suavemente, elevándolo un poco con sus manos, abrazándole posesivo, brindando besos a su rostro...-No...no aguanto...mucho más..-Avisó, sin parar de masturbar el miembro contrario...Sintiendo su ano estrecharse dulcemente cada vez que entraba y salía, convirtiéndose en una pequeña gloria...

Por elcontrario, sentía como su entrada se iba abriendo más y más...devido a la gran exitación, todo estaba a punto de finalizar...y cada uno eraconciente de ello...
Con sus cuerpos calientes y sudorosos...deseosos de presenciar el climax...