Visita al medico

-" Jejeje... cualquiera pensaría mal de esto uh... mmm... "- Acota riendo con suavidad.

Bueno, normalmente un masaje no duraría más de unos cuantos minutos, por lo menos en un ámbito que no sea un Spa o de relajación; sin embargo Zen no estaba al tanto de eso, y sólo se preocupaba por relajarse completamente.

Extraño era el hecho de no dormirse, quizás era la conversación lo que le mantenía despierto. Además, no podía dormir teniendo a alguien arriba suyo, aunque era relajante de todas formas. No pesaba mucho, y sus manos parecían estar hechas para masajear. Si hubiera tenido crema sería el paraíso. Pero le bastaba sentir la suavidad de sus dedos recorriendo su formada espalda.

-" Mmm... Sí, así... "- Gime suavemente, volviendo a suspirar. Ah... dichoso sea quien le haya herido al menor, gracias a ese, Alessandro ahora estaba consigo dándole aquel exquisito masaje. -" Ah... ¿Sabes? No es correcto colocarte de esa forma encima mio... Puedo sentirte mucho... "- Susurra y con cierto esfuerzo se voltea qudando boca arriba aun con el cuerpo del otro encima suyo. -" ¿Sabes dar masajes de esta forma? "- Pregunta entonces mientras le mira con la mirada entrecerrada. No iba a negar que era tentador tenerle así, pero él no abuscaba de sus compañeros, y era extraño que se encamara con algun 'extraño'.

No dijo nada, pero ya había notado algo especial en el menor. Mientras le observaba en silencio su mirada se volvía más fija en sus gestos, seria y penetrante.

Al pasar los segundos dejaba que sus hábiles manos tocaran su pecho, lo ultimo que necesitaba para estar completo para esa madrugada. Se preguntaba internamente si alguien le estaría buscando. Pero al no escuchar su móvil suponía que todo estaría en calma. Extrañamente esa madrugada era una de las pocas en las que el clima parecía muy calmo, asi que no tenía de qué preocuparse.

-" Nada mal... "- Susurra y entrecierra la mirada. Está nervioso, sonrojado. Definitivamente más claro imposible...

Su mano derecha se alza con cierta pereza para acercar dos de sus dedos a los labios ajenos, los delinea con suavidad antes de hacer un amague de querer meterlos dentro de su boca. -" ¿Por qué tan nervioso Alessandro? "- Pregunta, no hace nada malo por su parte, no hay motivo de mostrarse así frente a él. Pero si seguía comportandose de esa forma acabaría por carburarle.

Sólo le bastó aquel gesto para confirmar sus 'sospechas'. Por eso no retira su mano de allí e introduce apenas la punta de sus dos dedos. A penas y recorre sus labios, simplemente buscaba tantear esa suavidad interna, su humedad y calidez. No había nada más tierno que la boca de un jovencito como Alessandro, tan dulce que daban ganas de morderle.

-" Parece que has logrado mantenerme despierto "- Dice entonces, sonriendo con suavidad mientras deja que su mano baje levemente por su pecho y llegue allí, donde el menor está sentado, acariciando su muslo hasta quedar su brazo en el mismo lugar donde estaba antes. -" Y no sólo a mi... "- Menciona sin ser específico a lo que se refiere, sin embargo si Alessandro se suponía que trabajaba en el mismo ámbito, seguramente captaría el mensaje. Sin duda había despertado algo más de sí mismo, y no precisamente su conciencia.

-" No es raro que sepas dónde presionar cuando masajeas, por mi parte también lo sé, sólo que lo mío no necesita de masajes "- Comenta con tranquilidad. Su mano izquierda se acomoda bajo su nalga y presiona sutilmente, aunque antes prefiere pasar por su espalda a presionar un punto en especial. Sólo para sensibilizarlo un poquito. -" Son cosas cotidianas... "- Susurra a la par que pasa su dedo índice por su cuello, rozando a penas su piel.

-" Quizás... "- Susurra sin detener esa ínfima caricia que le proporciona a su delicioso cuello. Lo que daría por ser vampiro en esos instantes y poder morderle con pasión. Puede hacerlo, pero no quiere marcarlo. Las marcas en el trabajo donde ambos estan a veces son mal vistas por los clientes, por más que sean estos mismos quienes les dejan cicatrices...

-" Tengo otras cosas buenas "- Dice sonriente. Ok, un encuentro inesperado significa cachondeo... Sus manos acaban por deslizarse hasta sus glúteos a los cuales presiona con firmeza. Lindo trasero a decir verdad... Y lo desliza (ya que no pesa mucho) hasta que queden sus nalgas sobre su generoso bulto. -" ¿Lo sientes? "- Pregunta frotándose con sutilidad. -" Eso que sientes... es culpa tuya. "- Murmura antes de coger del cuello de su camisa y atraer su rostro cerca del suyo. Practicamente dejando que su aliento chocase contra sus labios. -" ¿Qué haras al respecto? "- Susurra lamiendo superficialmente su boca.

Sonríe ante su movimiento sutil de cadera. Aquello sin duda le calienta un tanto más, le sube la temperatura, pero no mucho a su rostro, sino allí abajo donde late prisionero su miembro. Por eso mismo abarca con toda su mano una de sus nalgas y la vuelve a presionar, tocando con un dedo aquella entrada que está protegida por la tela fina de su pantalón corto.

-" Ah... Mmm... quizás puedas... meter a mi pequeño amigo en tu boca, rozándolo con tus deliciosos labios y chuparlo como si fuera la más rica paleta que nunca antes has provado "-

Oh oh, estaba caliente, sus palabras eran muestra de ello. -" Y si lo liberas ahora, puede que te lleves una sorpresa "- Susurra lamiendo una vez más sus labios, pero introduciendo su lengua un poco más allá de la parte superficial de su boca.

Se deja besar, es más interesante ver a alguien más pequeño que él siendo el ¿Activo? Bueno, para decirlo correctamente, el que atenderá primero a uno... Su miembro sin duda le espera ansioso, allí aprisionado y latente exclama por libertad.

-" Esta te gustará entonces... "- Y no es que su pene tuviera una carita, o un lacito, sino que sí, se llevará una sorpresa. Mientras tanto deja que se deslice lentamente hacia allí abajo, quitandole varios suspiros cachondos de sus labios. La presión sutil de su cuerpo contra aquella zona le provoca varios estremecimientos. Es raro que esté al 100 x 100, pero era culpa del masaje, de la relajación... de todo lo sucedido en menos de una hora.

Suspira una vez más, aunque se le escapa un pequeño gemido al sentir como tantea su erección aun sobre la tela. -" No le hagas esperar... está ansioso por conocerte... "- Y su mano busca sus labios para introducir su dedo índice en esta, tanteando con suavidad su lengua un par de veces.

Sonríe al notar la cara de sorpresa que tuvo en esos instantes el menor. Simplemente adorable sin duda alguna. Quería ver que cara pondrá cuando aquello que ahora estaba saboreando con su mirada entrase por su agujerito trasero. ¿Dolor? ¿Placer? De sólo pensar que lo acomodará dentro de aquel redondo y menudo trasero lo excita aun más.

-" Hnn... "- Jadea extasiado en cuanto el menor masturba tan exasperantemente su miembro. Pero aquello es bueno para caldear aun más las cosas. Su cuerpo se mueve, se agita ligeramente a la par de que gime un poco más. -" Pruébalo "- Le invita por supusto, y sonríe un poco antes de acariciar su rostro.

-" Verás que te gustará "- Susurra jadeante, entrecerrando por unos segundos su mirada. La punta de su pene se muestra un tanto húmeda, ansiosa a decir verdad de que el otro le atienda completamente. Aunque lo que más desea es poseerlo, abrir paso por aquel interior suyo y hacerlo gemir como condenado. ¿Oh? Bueno.... a veces era una bestia sexual, pero procuraría ser sutil con el menor.

Sólo bastó que lamiera la sonrosada punta para que echara un suspiro largo y cachondo. Por lo general en el prostíbulo no se daba aquel gusto de una buena felación, casi siempre era él quien daba aquel trabajo a los clientes, aquellos sucios seres que disfrutaban humillandolo, o quizás hasta halagando por su buena dotación, sin embargo no había nada mejor que algo casual, en especial con un jovencito tan mono como el que tenía frente suyo.

Verlo meter su pene con cierto esfuerzo dentro de su boca, le fue en parte gracioso, pero a la vez tierno. Debía admitir que le hubiera gustado que lo tragase por completo, sin embargo de sólo hacerlo éste podría ahogarse. De todas formas disfrutaba de la visión erótica, de sus manos puestas sobre su latente 'amigo'. De sus movimientos suaves y a la vez ansiosos. -" A-ahm... tranquilo, hazlo lento y disfútalo completamente "- Menciona en un suave susurro.

Su pie en esos instantes parece moverse y presiona la entrepierna ajena estar cerca de aquella zona. Tan sólo la tantea, no quiere hacerle doler, pero sí exasperarle un poco.

-" Buen chico... "- Sonríe, con aquella sonrisa que pocas veces se puede ver, sensual, lujuriosa. Realmente está hambriento y desea sacear su hambre con el muchacho. Sus ojos parecen levemente turbios mientras que nota claramente como saborea su miembro tal y como se lo había dicho.

Bueno, no era necesario, pero siempre había cierto morbo en sus palabras, en ver alguien sumiso haciendole caso. Por eso una de sus manos se posa sobre su cabello y sujeta levemente sus cabellos para casi obligarlo hacer el típico movimiento de felación. Aunque no pueda engullirlo por completo le basta con que saboree la parte superior de su pene.

De acuerdo, comenzaba a sobrecalentarlo algo que no era 'bueno'. Al final hace que se aleje de su miembro, para reincorporarse y asi buscar sus labios, disfrutando tanto del sabor ajeno como el de su propia intimidad. Se sienta y atra con ambas manos al menor para sentarlo sobre sus piernas, de forma de que queden ambos miembros bien pegados.
En ese entonces busca bajar un tanto el pantaloncillo del chico liberando así su sexo, tanteadno a penas su cabeza con sus dedos, sintiendole bastante humeda.

-" Eres un chico muy malvado ¿Lo sabías? "- Susurra lamiendo sus labios hasta bajar por su cuello y darle pequeñas mordidas a su piel.

-" ¿castigarte? "- Susurra 'amenazadoramente' antes de morder un poquito más fuerte su cuello, le gusta dejar leves marcas en la piel de otros, como recuerdo de aquel pasional encuentro, aunque claro, no lo hace con sus clientes, sólo en ocaciones como ésta. -" Lo pensaré mientras tanto... "- Acota entonces, presionando su cuerpo contra el suyo para hacer del roce algo más rico, a la par de que presiona y soba aquella puntita rosada de su pene.

Su propio miembro es acomodado bajo sus nalgas a la par de que se mueve a penas lentamente. No quiere perder su erección -por más dificil que sea eso ahora- por eso insiste en tocarle así, sintiendo muy cerca su entrada, aunque ésta aun está cubierta por la tela -ya que le short no está bajo completamente-

-" Quizás tenga que darte unas nalgadas por mal chico... "- Murmura lamiendo sus labios antes de morder y jalar su labio inferior levemente.

Sonríe, sí... sonríe por que sabe que está a punto de hacer una 'maldad', pero se quiere quitar esas ganas y no dudará en cumplir aquel pequeño capricho. Además ¿Cuantos no tienen cierto morbo a la hora de querer tener sexo sobre una camilla, incluso con un doctor...? A él le sentaba perfecta la oportunidad, un buen desquite a decir verdad. Para sacar las tensiones de su trabajo.

-" Hnn... Si, lo has sido, y lo eres... "- Aprobecha que es más grande que él y lo toma en brazos para acomodarle como a un niño recostado sobre sus piernas. Su abdomen es ahora el que recibe su miembro, mientras que sus manos le sostienen una la espalda y la otra posa sobre sus nalgas.

-" ¿Creías que no te las daría? "- Y le da la primera, sus redonditas nalgas suenan casi divertidamente antes de que Zaz! le da la segunda, y la tercera, y la cuarta; Y así hasta que su piel lentamente se va enrojeciendo. De vez en cuando se detiene y tantea que la erección del menor aun esté allí, incluso mete mano por entre su intimidad y aque gujerito que quiere poseer. -" Mmm... has sido un chico muy malo, deberías pedir disculpas ¿Sabes? "- Sigue por supuesto, hasta que no esté bastante rojito y que el otro no diga las 'disculpas' ni llore... no se detendrá. (XDD)

¿Podía haber algo mejor que oirle gemir de esa forma entre dolorosa y placentera? Dios... Como le gustaban esa clase de juegos, en especial por que no siempre tenía tiempo para ellos. Rogaba por que nadie le fuera a necesitar en esos instantes pues realmente necesitaba de esto.

-" Mmm? No creo que sea muy sincero de tu parte esas palabras "- Musita como si no le prestara atención , pero a decir verdad le excitaba de sobremanera nalguearle de esa forma, en especial por que al otro en parte le gustaba como a él. -" Creo que puedes hacerlo mejor... "- Le incita mientras que detiene las nalgeadas y le presiona su entrada con delicadeza, metiendo a penas su dedo índice para sentir su calorcito.

-" ¿Realmente lo sientes...?"- Su juego se muestra extraño, con doble sentido, pero era mejor así. Su mano derecha eleva el rostro del menor, quiere que le observe mientras que le interroga y profundisa aquel dedo en su interior. -" Dime "- Insiste mientras que le sonríe con un gesto dificil de explicar.

Lo ve gemir casi sin poder evitarlo, sabe que es dificil mientras que tenga un dedo dentro suyo. Además... a este punto el calor en el cuerpo debe estar al tope máximo, tal y como lo estaba él mismo en esos instantes.

-" ¿Lo sientes? ¿En verdad...? No me convense mucho... "- Susurra elevandolo un poco más hasta que se reincorpore. Su rostro queda junto al suyo para acabar en un posesivo pero suave beso. Aun su dedo está allí dentro provocando estragos en cuando se mueve, sabe que lo vuelve literalemente loco en cuanto se mueve más, pero esa es la idea.

-" Pero digamos que te creeré "- Afirma, pero una vez más lo ayuda acomodarse en la camilla, pero esta vez en forma de perrito. Allí con su presioso trasero frente a su rostro. -" Por eso seré bueno contigo... "- Susurra tomando con una mano su miembro humedecido para masturbarle suavemente. Ya era hora...

Su lengua mientras tanto se daba a la exploración de aquel rosadito agujero, lamiéndole y adentrándose para dilatarle un poco. Pues será necesario si quiere entrar en él...