Un sorbo... para comenzar...

Se encontraba frente al bar comiendo goma de mascar, le encantaba ese sabor a fresas que salia cada vez que apretaba la goma con los dientes, embadurnando de dulce sabor su boca y labios. Se relamio por ultima vez antes de tirarla por alli sin ningun cuidado y asi entrar al bar.

Sus vestimentas extravagantes atrayeron la mirada de mas de uno, haciendole esbozar una sonrisa sardonica en los labios; Cada una de esas miradas pasmadas le encantaban, amaba sentirse el centro de atención. Camino con tranquilidad con las manos ocultas en los bolsillos, cuando llego a la barra se sentó y al ver que el barman no estaba giro su vista a la persona que tenia al lado.

Miro entonces la figura de un hombre de cabellos verdes y traje oscuro que parecia sumido en la musica. Sonrio al pasar su vista por aquella cubierta anatomia, mas no pensaba nada hacerca de el, nunca pensaba nada hacerca de nadie. Cansado de esperar por el que le serviria el trago, fruncio el ceño y dijo:

-¡¿Pero es que nadie piensa venir a atender en esta porquería?!- dijo bastante alto, como para que el otro le oyera.

¿que aprendiera a que?..

Sonrió divertido, relamiendo las pocas gotas de licor que se escurrian por sus labios. Se levanto en silencio y camino hasta el chico, que por alguna razon se habia alejado como un cobarde hacia un rincon cercano. Cuando estuvo en frente le sonrio con sarcasmo y sin previo aviso hundio el puño en la boca de su estomago haciendole ladear el rostro, aprovechando la posición para plantarle un rodillazo en la frente.

Ya en el suelo y en medio de los gritos de todos los que estaban alli, Se hacerco a el y lo templo del cabello para obligarle a hacercar su rostro al cuello empapado de licor.

-Lame- sentenció

Se levanto del suelo tambaleando, debido a los brutales golpes recibidos. Lamio sadicamente los hilos de sangre que se escurrian por sus labios, aquella situacion más alla de ponerle molesto e iracundo estaba empezando a parecerle divertida e interesante.

A camara lenta, observo como el peliverde avanzaba hacia el a paso firme por la alfombra, esperó que estuviera cerca para luego deslizarse por entre sus piernas y tomarle por detrás, Lo lanzo de una patada contra la pared y estrello su cara bonita varias veces contra la blanca superficie.

Cuando estuvó satisfecho de mirar la nariz del hombre vuelta mierda contra la pared, lo tumbó sobre la alfombra y con gracia felina se poso sobre el. - shhh....-susurró- Cuando hablas me aburres- No le gustaba el ruido cuando asesinaba, y esta vez no seria diferente. Deslizo la lengua sobre por la hoja cortante de la navaja que tenia en las manos y sin dejar de mirar fijamente a los ojos del peliverde, corto a medias el cuello del otro haciendo que chorros de sangre brotaran de la fina herida.