{ Trabajo } [Libre]

por Allen Walker Dom Sep 21, 2008 2:41 am

Su primera noche por esos lugares, un lugar oscuro y solitario, perfecto para hacer su trabajo.
Sus opas eran curiosamente “extrañas” de un uniforme negro, y de algunos pequeños rasgos blancos, una túnica que le llegaba por las rodillas, llevando debajo una camisa blanca, conjunta con una cinta rojiza y con pantalones negros

Llevó sus manos ligeramente a su cabeza, en donde allí agarró la capucha de la túnica y no dudo en ponérsela, haciendo que su cabello plateado, cual reflejos se podría decir que es blanquizco, y parte del rostro le cubriera.
Era su “uniforme” de trabajo, cual le distinguía lo que era, un exorcista, pero dudaba que una ciudad igual reconociera algo por el estilo.

Empezó a caminar como si nada, con la calma de todo el mundo. Algunas porcas personas se le quedaba mirando, debido al tipo de vestimenta que llevaba, pero aquello no era nuevo para él, ya estaba acostumbrado a que todo tipo de gente le viera de aquella forma.

Sin decir nada se encaminó por las calles, con la mirada atenta a su alrededor, observando cada movimiento de las personas, en cualquier momento podría aparecer algún enemigo así que tenía que estar alerta a cualquier cosa.

Ya había caminado bastante y no pasaba nada, todo estaba en calma, era un alivio, así no habrían problemas.
Sonrió satisfecho, pero no debía de confiarse tan fácilmente.
Caminó por las calles, yendo todo recto hasta que dio esquinzo, cual se encontró con unos edificios abandonados. Quizá allí encontraría lo que él buscaba.
Parpadeó deteniéndose para así mirar mejor todo su alrededor, después de unos breves segundos volvió a caminar, a pasos lentos y seguros.

Siguió con su mirada azulada por todos lados, observando cada objeto, animal… Todo lo que había a su alrededor, era una parte extraña de la ciudad, los edificios estaban abandonaos, la mayoría estaba ya bastante viejos debido el pasar de los meses o incluso años se podría decir que ninguno de aquellos edificios fueron utilizados, ¿Y la razón… Por qué seria?

por Michael (Richter) Miér Sep 24, 2008 4:25 am

Esa noche dejo el hospital temprano, no tenía turnos ahí, y sin trabajo que hacer decidió hacer su obra buena del día. Había llevado un bolso cargado de medicamentos genéricos, vendas, desinfectantes lo normal para una noche de curar vagabundos, estaba vestido casual, con una camisa de botones azul, unos pantalones de mezclilla del mismo color, calzado oscuro, una chaqueta marrón claro, con relleno por dentro para calentar bien y llevaba el cabello suelto. No era una visión bonita, pues algunos tenían heridas graves y no parecía que fueran a lograrlo para el siguiente día, o estaban mal nutridos y parecían solo tener algunos días de vida, aunque algunos olvidaban sus penas con licor, lo normal. Había llevado una pequeña cena, un emparedado grande para comerlo en el transcurso de la noche, sin embargo se vio en la necesidad de compartirlo entre alguno de los peores casos esa noche “He comido mejor que ellos… al menos hagamos que su ultima noche sea lo mejor posible” pensó mientras repartía dicha cena con varios de ellos.

Al final parecía haber terminado, todo parecía en orden aunque aun le quedaban algunas cosas para tratar enfermedades. Sus ojos verdes se fijaron en una sombra que caminaba con una capucha, se acercó lentamente para no asustarlo – Eh! Hola, necesitas atención?.- pregunto al principio algo confiado, con una sonrisa amplia, pero una segunda vista le dio a entender que no era un necesitado, pues parecía tener un cuerpo bien alimentado y las ropas era de calidad, incluso parecían algo costosas.

- Soy Michael, no creo que este sea un lugar para estar… no digo que no seas capaz de defenderte tu solo, es solo preocupación.- aunque no era un vagabundo, parecía no estar muy diestro en el combate, a diferencia de Michael que podía cuidarse solo, pero algo se aprende en la vida y es que las apariencias engañan.

Se acercó más al joven en frente de él, para mirarle mejor, con una sonrisa amigable tratando de mostrarle que no era de temer, o al menos que no le atacara si ese era el caso. La noche parecía calmada, serena y con una luna menguante, bastante hermosa. Las estrellas adornaban el cielo esa noche, algo extraño de ver en una ciudad tan grande como esta.

por Allen Walker Miér Sep 24, 2008 4:55 pm

Siguió caminando por aquellas tétricas calles. Eran oscuras y alguna que otra desolada, pero la mayoría habían hombres, incluso mujeres vagando por ellas.
Alguno que otro estaba tirado por el suelo bebiendo, como no, uisquí o alguna bebida por el estilo, pero siempre con alcohol para intentar olvidar el triste pasado de aquellos hombres.
Otros dormían debajo de algunos trozos de cartón, otros se peleaban, quien sabe el motivo, pero la desgracia solo lleva a la desgracia.
Mientras que otros estaban sentados en algún rincón, con la mirada fija en él y alguno que otro hombre de por allí.

La verdad es que aquel lugar no era precisamente un buen sitio para pasar por allí las noches, pero tenía que hacer guardia por si algo sucedía, pero aquellas noches eran tranquilas, nada fuera de lo normal perturbaba la gran tranquilidad de la ciudad, cosa que se alegraba, ya que nadie quedaría mal parado.
Ya cansado de caminar se detuvo a pocos escasos de un edificio, notándose en este que ya era muy viejo y algún que otro trozo estaba roto, parecía que fuera a derrumbarse en cualquier momento de la noche.
En cuando se detuvo alzó la mirada al cielo, era una noche esplendida, pero a la vez triste, aquella escena de esa parte de la ciudad no le gustaba nada, era todo… Muy triste….

Suspiró.
Su mirada azulada se perdió en el gran cielo nocturno, observando las estrellas, dándose cuenta que aquella ciudad no era tan contaminante debido a que se podían visualizar con normalidad.
Sus luceros fueron recorriendo el cielo hasta llegar a ver la luna menguante, tan hermosa y grande como siempre.

Cerró unos breves segundos sus orbes y sentir la brisa nocturna en su rostro, al poco rato los abrió dispuesto a volver a caminar, pero cierta voz le llamó la atención, haciendo que se volviera a detener una vez más.
Giró un poco la cabeza, haciendo que la capucha que tenía puesta le tapara el ojo derecho, haciéndose ver su ojo izquierdo, cual cicatriz se mostraba a la tenue luz lunar.

Parpadeó y se lo quedó mirando, le había confundido por un vagabundo, bueno, con esas ropas quien no se confundiría.
Negó ligeramente la cabeza hacia los lados. –Estoy bien.- Le explicó con cierta tranquilidad en la voz pero al mismo tiempo con dulzura. –Se cuidarme solo.- Dicho esto elevó un poco el rosto y así de sus labios aparecer una sonrisa cual decoró su tez.

-Ah, yo soy Allen.- Se presentó. –Un gusto conocerle.- Hizo una leve reverencia de cabeza.

por Michael (Richter) Jue Sep 25, 2008 6:09 pm

Negó con su dedo índice - No, no, no dudo que puedas cuidarte solo, solo digo que no es bueno ir a estas horas por estas calles, tu solo.- haciendo una reverencia a respuesta a la de él. Se acercó más, para mirarle mejor pues la capucha y la oscuridad no le permitían admirar mejor el rostro del pequeño.

Luego de negar con el dedo, lo llevo hasta su mentón, dando pequeños toques a este, tratando de descifrar al joven Allen – Y que haces por aquí? Si le permites preguntar a un extraño, no creo que sea una visita turística por la ciudad.- mirando a su alrededor, no era precisamente una elección común para visitar. Mientras miraba aprovecho para saludar y sonreír a una peque reunión de personas alrededor de un fuego improvisado, los acaba de conocer pero parecían ser amigables.

Con sus dedos atrapo alguno de sus cabellos rebeldes y los coloco detrás de la oreja, para evitar que le siguieran molestando y poder mirar a Allen. Sonrió amigablemente al final, mientras su mano izquierda buscaba algo en su bolso, era la cena que aun pensaba que conservaba, mientras buscaba concentro su mirada en sus acciones para ver si lograba encontrar el tan apreciado alimento – Tienes hambre? Podemos compartir mi...- suspiró al final, fatigado y levemente apenado, pues había olvidado que ya la había repartido.

Miró a Allen sonriendo nervioso – Lo siento, había olvidado que… ya la había compartido.- debido a su vergüenza tubo que mirar al cielo estrellado para ocultarlo. La noche parecía calmada y el viento soplaba gentil, aunque a veces dejaba ver su lado agitado, soplando con cierta fuerza.

por Allen Walker Jue Sep 25, 2008 6:36 pm

Se fijó en el de do índice del ajeno, siguiéndole con la mirada en forma de negación.
Ladeó la cabeza al escucharle, hacía tiempo que nadie llegaba a preocuparse por él, pero era un poco “extraño” de que alguien desconocido llegase a preocuparse por él, pero será que aquel joven resultaba ser un buen hombre así que sería de fiar, cosa que no se tendría que preocupar por nada del mundo.

Parpadeó ligeramente al ver como el otro se le aceraba más, haciendo que de reacción retrocediera el rostro.
Al escuchar su pregunta se quedó unos pocos segundos pensativo, parecía un hombre de fiar, así que no dudó en decírselo. –Pues estaba trabajando.- Afirmó con una pequeña sonrisa en sus labios, decorando su rostro cual seguramente el desconocido que se hacía llamar Michael no le vería debido a la oscuridad y por la capucha de este.

Deslizó sus luceros hasta hallar la mano del otro rebuscar por su bolso, parpadeó, pensando en que podría estar buscando, quizá alguna cosa importante, quien sabe.
Al escuchar su pregunta sus ojos brillaron de la cierta emoción, no iba a negarlo, tenía hambre y mucha.
Ajuntó ambas manos ilusionado, pero en cuando escuchó su respuesta bajó la mirada desilusionado, pero encima que le iba a invitar…
Alzó de nuevo el rostro hacia él mientras que le sonreía. –No te preocupes, no tenía mucha hambre, ya que no hace mucho comí.- Mintió.
No quería preocupar al otro y se notaba la cierta vergüenza de aquel.
Hizo lo mismo.
Alzó el rostro, observando la hermosa noche que se podía contemplar.
Un gran soplo de viento arrastró a su paso, haciendo que la capucha de este se le cayera, dejando mostrar su cabello plateado relucir con la tenue luz lunar, más sus luceros azulados, su piel pálida y su gran cicatriz en su ojo izquierdo.

por Michael (Richter) Jue Sep 25, 2008 9:55 pm

Estaba concentrado por el momento en las estrellas, luego bajo la mirada para encontrarse algo sorprendido con esa cicatriz, parecía bastante doloroso, se acercó como si fuera a tomarle el rostro pero sus manos se detuvieron al instante y se limito a mirarla desde la lejanía sin comentar nada sobre ella.

- Trabajo? No creo que encuentres algo interesante, a menos que tu trabajo este relacionado con los indigentes.- encogiendose de hombros y mirando a su alrededor de nuevo, pero el joven no parecía ser prostituto, y aquí tampoco encontraría nada, al menos nada excepto peligro. Se sintió mejor al saber que no tenía hambre, pues así no había fallado en su invitación, suspiro de alivio y volvió a mirarle.

- Puedo preguntar de que trabajas? Yo soy medico… en el hospital Arcadia.- comentó para estar en igual de condiciones, en caso de que se viera reacio en contestar su pregunta, al menos tenía la satisfacción de haberlo pregunto. Se sujeto el cabello con una de sus manos, el viento no parecía dejarle en paz por un momento.

Comenzó a dar unos pasos en círculos, inspeccionando el lugar para ver que no hubiera peligro o en todo caso algún caso en donde pudiera atender a alguien que lo necesitara “Esto es un trabajo difícil… esto no es trabajo, es tu buena acción del día “san” Michael” pensó divertido, respondiéndose el mismo. No parecía haber nada importante o al menos no que requiriera su atención así que prefirió gastar el resto del tiempo que le quedaba en hablar y acompañar a Allen

- Si quieres puedo acompañarte… por si llegaras a necesitar algo.- alegó, respirando profundamente, en el lugar se respiraba un olor distintivo y fuerte, no muy agradable para la mayoría, pero para Michael no era tan molesto. Observó de nuevo las ropas del joven tratando de descifrar que era ó de que trabajaba.

por Allen Walker Jue Sep 25, 2008 10:14 pm

Cerró los ojos por reflejos, el viento soplaba fuerte en aquel momento, haciendo que la arena se levantara y diera al fino rostro de este.
Su cabello se revolvió con rebeldía, haciendo que varios mechones se interpusieran en su mirada.
Con su diestra se apartó los mechones de cabello que se ponían por medio, volviéndolos a colocar en su sitio, pero el viento seguía soplando igual de violento.
Cansado de ponerse bien el cabello, llevó su mano izquierda al bolsillo de aquella túnica oscura, sacando de esta una pequeña goma de pelo, cual la sujetó con su boca y así poder recoger mejor el cabello con ambas manos, después, rápidamente se puso la goma, haciendo así una pequeña coleta.
Ahora ya no le molestaría más.

Satisfecho de sus labios se dibujó una gran sonrisa.
Miró al otro nuevamente, observándole con su mirada azulada y con cierta curiosidad.
Se fijó perfectamente, el mayor le estaba mirando la cicatriz, seguramente tendría muchas preguntas pero aquello. No dijo nada. Supongo que cuando le pregunte ya le contestará lo necesario…

Al escuchar su comentario desvió la mirada por su alrededor, claro, no sabía qué tipo de trabajo tenía. Una vez más le miró y asintió con el rostro ante su pregunta. –Trabajo de exorcista.- Sonrió ampliamente, supongo que el otro se confundiría por otro tipo de exorcistas, y era normal… Pero era raro encontrarse con exorcista en aquella época.
-Medico…- Repitió el nombre del trabajo del mayor. –Es un trabajo bastante bonito.- Asintió felizmente, la verdad que lo era, era agradable ayudar a los demás.

Le siguió con la mirada, girándose lentamente para poder observarle mejor.
Parpadeó ligeramente y de nuevo de sus labios se dibujó una larga sonrisa que decoraba su rostro. –Me parece bien.- Le contestó sonriendo felizmente.

por Michael (Richter) Jue Sep 25, 2008 10:38 pm

El comentario de médico, de que era bonito le hizo cambiar a un rostro serio – Supongo, es decir si estas dispuesto a sacrificar tu vida para los demás, entonces estas en lo indicado.- respondió, pues recordaba que desde hace semanas no comía del todo bien, y ni comenzar a hablar sobre las fiestas, pocas veces tenía tiempo para eso, se daba el lujo de ir a divertirse cuando podía con o sin compañía, pues sus amigos eran bastante limitados al no tener tiempo ni siquiera para arreglarse bien.

Le miró confundido “Exorcista de… fantasmas?” se preguntó, lo miro por un rato más, buscando escoger bien sus palabras para no insultarlo con ellas, abrió varias veces la boca pero no dijo nada, pues no estaba seguro. Al final tomo el valor para preguntar claro y sencillo – Exorcista como de… fantasmas? No se, es difícil de creer.- pues la ciencia hablaba de ellos, o mejor dicho no hablaba, pues daba por sentado que no existían, ya que no había pruebas de su existencia.

Aunque al ver al joven ahí, en frente de él, era una prueba que quizás si existían, diciendo que fuera un exorcista de fantasmas, pero no conocía de otros. Allen parecía muy confiado de esto, y parecía decir la verdad así que quizás valía la pena darle una oportunidad.

Sonrío al escuchar que aceptaba su compañía, era agradable estar con alguien y como aparentemente no tenía nada más que hacer, pues podía perder el tiempo en conocer mejor a Allen, pero esa cicatriz aun no podía olvidarla, la miro de reojo un momento y luego se atrevió a preguntar – Esa cicatriz… te la hiciste trabajando?.- preguntó ansioso por saber la verdad, sin quitar sus orbes verdes de esta, pero sin mirarla demasiado no quería hacer sentir mal a Allen por ella.

por Allen Walker Vie Sep 26, 2008 5:14 pm

Se fijó en la seriedad del rostro del otro, había cometido un error en decirle aquello… Suspiró y pasó su mano por detrás de su cabeza mientras que bajaba ligeramente sus orbes. –Lo siento, no quería ofenderte.- Confesó mientras que parpadea, siguiendo con su mirada por el suelo, la verdad es que no quería que el otro se sintiera mal por su culpa.
Volvió a suspirar, parecía ser que era un tema un tanto complicado y delicado para ciertas personas, así que quizá sea mejor no comentar más sobre ello.
Bueno… Él hacía lo mismo… Se sacrificaba por la vida de los demás, pero al ver la seriedad del otro tenía que disculparse por algo que no había hecho, él era así.

Una vez más alzó sus luceros hacia el mayor, ladeó la cabeza, parecía que el ajeno quería hablar pero no se decidía o no buscaba las palabras adecuadas.
Al escucharle sonrió, suponía que pensaría eso, claro, los “exorcistas” son aquellos quien envían más allá a los fantasmas, pero él no era precisamente de esos.
Negó con el rostro con cierta lentitud, dándole a entender que no era de ese tipo. –No.- Afirmó. –No soy de esos exorcistas que van tras los fantasmas, si no de otra organización.- Confesó mientras que su voz se volvía un tanto sería, no era cosa de niños lo que hacía.

-Mi trabajo consiste en eliminar a unos seres llamados… Akumas [Demonios].- Después de una breve pausa prosiguió con la explicación. –Los Akumas son armas humanas, que van destruyendo todo a su paso, no importa lo que sea, solo se encargará de destruirlo.- Explicó con calma para que el otro le siguiera. –Yo y otros más estamos encargados de eliminar a estos seres.- Finalizó la explicación, no quería aburrirle o más bien, no creo que le interesase este tipo de cosas.

De nuevo se volvió a fijar en su cicatriz, llevó su siniestra hacia su rostro en donde con la yema de los dedos empezó a rozar su cicatriz. –Esto…- Masculló con suavidad. –Precisamente no fue por trabajo.- Sonrió con cierto aire de tristeza.

por Michael (Richter) Dom Sep 28, 2008 9:28 am

Notó la tristeza de Allen y se acercó colocando su mano en el hombro – Esta bien, lamento si traje recuerdos tristes no era mi intención, no tienes que hablar de ellos si no quieres.- sonriéndole ampliamente mostrando los dientes. Luego volvió a alejarse del joven y como si pensara camino en círculos tratando de entender lo que ese decía.

- Akumas… demonios, armas humanas… vaya parece bastante serio.- decía mientras distraído acariciaba sus cabellos con la mano derecha “Nunca he escuchado de ellos…. Acaso pueden mimetizarse en nuestro mundo?” la verdad el tema parecía despertar la curiosidad en Michael, no es que fuera algo difícil, solo se necesitaba dar con el tema indicado para que no terminara en una discusión. Cerró los ojos para volver a abrirlos relajado mirando a su alrededor algo tenso.

- Los Akuma pueden transformarse para pasar desapercibido entre los humanos?.- quizás Allen no quería hablar de ese tema, y Michael solo sentía curiosidad inocente, pues si existían era mejor estar informado todo lo posible sobre estos demonios. Sacudió un poco su calzado para quitarse la tierra de estos y miró de nuevo a su alrededor, para luego mirar a los destellantes ojos de Allen.

Al final termino por negar con el dedo índice sonriendo ampliamente de nuevo, realmente emocionado – No te preocupes, no me molesta… es solo que las personas dicen que este es un trabajo bien pagado ó es bueno para ayudar a los demás…- suspiro encogiéndose de hombros, mirando al cielo con ojos entrecerrados enternecidos.

- Es solo que… me estoy perdiendo de cosas más sencillas de la vida, como estas noches despejadas… no me malinterpretes adoro salvar vidas cuando puedo, pero a veces… quiero simplemente vivir por una vez mi vida.- decía algo melancólico, abrazándose a si mismo, como si encontrara algún soporte en ese abrazo para no romper la pared que difícilmente había construido para contener esos pensamientos y sentimientos – Je… disculpa a veces digo muchas tonterías.- terminó por alejar sonriendo de nuevo y llevando sus manos tras su nuca.

por Allen Walker Dom Sep 28, 2008 4:54 pm

Alzó sus luceros en cuando sintió la mano del mayor en su hombro, le observó, parpadeó y de sus labios se dibujó una fina sonrisa, más negó con el rostro. –No, tranquilo.- Masculló con algo de tranquilidad y cierta seguridad para que el otro no se preocupase. –Veras.- Prosiguió con la historia, si tanto le intrigaba la historia se la contaría sin problemas, igualmente… Lo echo, echo esta… -Cuando era pequeño mis padres me abandonaron.- Cerró con suavidad sus orbes, cerrando el puño izquierdo, cual se cubría con un guante blanco. –Y un hombre llamado Mana Walker me recogió, me llevó con él.- Pausó para coger aire y después proseguir. –Y un día murió… Y… Bueno… Existe un creador de los Akuma… Ese es el culpable de todo, él hace que los Akuma nazcan atreves de las personas, y… Trasformó a Mana en un Akuma por mí culpa… Y… Él fue quien me hizo esta cicatriz, Mana…- Volvió a rozar sus dedos en la cicatriz que tenía. –Me hizo una maldición.-

Después le miró de nuevo, en sus ojos se notaba cierta nostalgia, tristeza… Pero intentó dibujar una sonrisa en sus labios y no llegar a preocupar al mayor.
La verdad es que era difícil de creer una historia igual, pero así era, todo sucedió aun que no lo parecía…
Al escuchar su pregunta asintió con el rostro. –Sí, se trasforman en humanos normal y corrientes, por esa razón puede que las personas desaparezcan.-
Pausó y prosiguió. –Pero yo, con mi ojo izquierdo puedo ver las almas de los Akuma, esa es la maldición de Mana.- Dicho esto dejó caer su brazo izquierdo. –Con ello puedo ver quien es un Akuma entre los humanos.- Le explicó con tranquilidad mientras que le seguía de cerca.

Parpadeó al escucharle, bajó los orbes y dejó escapar un leve suspiro. –Y… ¿Si salvas vidas y a la vez te tomas unos descansos?- Le quiso ayudar mientras que volvía a mirarle, intentando aconsejarle.

por Michael (Richter) Miér Oct 08, 2008 4:59 am

Escucho interesado la historia, suspirando en algunas pautas, y en otras con ojos abiertos en sorpresa, la historia había cautivado la mente de Michael. Notó cierto halo de tristeza, apoyo su rodilla izquierda en el suelo, y la derecha apoyaba su brazo derecho, mirando con una amplia sonrisa y ojos cerrados – Tal vez no fue una maldición… puedes ver a los akumas, algo que nadie posee, al menos no que yo conozca… tal vez Mana decidió darte una “bendición”… quizás para salvar vidas ó para vengarte…- apoyo su mano en el hombro para darle apoyo moral, sin dejar de sonreír.

- Lo que digo es… que quizás salvas más vidas que yo con ese don, aunque puedo entender porque llamarlo maldición, pero no lo vería así… posees un don, una habilidad… pero depende de ti, si la usas para bien o mal, aunque veo que has decidido usarla para el bien- acarició su mentón con su dedo índice, no entendía mucho del tema, quizás realmente era una maldición pero por ahora no lo veía así, al menos no tenía razones para verlo de ese modo.

Se puso de pie, y miró al joven de nuevo con la misma sonrisa – Créeme que lo he intentado… pero la responsabilidad que se lleva al ser medico es demasiado grande como para pensar en divertirme a veces… es complicado pero no quiero aburrirte ó deprimirte con el tema de la responsabilidad de vidas ajenas.- cerrando los ojos suspirando, para respirar ese aroma en el aire tan distintivo en esta zona. Movió el rostro con energía – Te parece si vamos a comer algo?... la verdad tengo hambre y no creo tener algo más que hacer por aquí, si estas de acuerdo claro- miró a su alrededor de nuevo, solo veía vagabundos y quizás Allen también, pues no parecía estar nervioso. Se quedó de pie esperando la respuesta de Allen, mientras trataba de recordar un lugar para comer, estaba seguro haber visto uno a unas pocas calles de ahí pero no recordaba en donde exactamente.

por Allen Walker Mar Oct 14, 2008 7:51 pm

Observó cómo se detenía y apoyaba su rodilla al suelo, quedando más o menos en la misma altura que él.
Se le quedó mirando, parpadeó ligeramente y escuchó su respuesta ante aquella “aburrida y absurda” historia… Era cierto que era difícil de comprender… Pero era la realidad y eso nadie lo cambiaba…
Resopló y notó la mano del ajeno en su hombro.
Se fijó en la mano del mayor, siguiendo con la mirada por el brazo hasta llegar al rostro de este.

Se quedó sorprendido por tales palabras, nunca antes se lo había planteado de esa manera… Era cierto, quizá sea una bendición, pero… Mana no dijo lo mismo… Dijo claramente que le maldecía… saliendo de su misma alma…
Pero puede que Michael tenga razón pero a la vez no… Quien sabe…

Bajó el rostro, haciendo que su cabello llegase a cubrir su mirada, curvó sus labios para después alzar el rostro, mostrando así una gran sonrisa en sus labios. –Gracias.- Le agradeció con ternura, le estaba agradecido por lo que le había dicho, con ello le había subido el ánimo… Esas palabras del ajeno le habían hecho pensar, seguramente Mana lo había hecho para que salvara a los demás… Y ahora lo tenía muy claro… Seguiría salvando a los demás tal y como estaba haciendo, cueste lo que cueste les salvaría.

Ladeó el rostro ante aquella explicación, se cruzó de brazos y se llevó su diestra en su mentón pensativo. –Si quieres…- Susurró. –Podría ayudarte.- Confesó mientras que le volvía a mirar.
Rápidamente negó con el rostro. –No, no me aburres, tú escuchaste mi historia y seguramente te habrá sido un poco extraña… Pero igualmente, si quieres puedes contármelo, yo estaré aquí para escucharte…- Le sugirió mirándole con cierta ternura en sus ojos.

¿Había dicho, comida? Sus ojos se abrieron y brillaron al mismo tiempo, ajuntó sus manos y asintió con el rostro con algo de velocidad. –Sí.- Aceptó. –Vamos a comer.- Le anunció alegremente, la idea le había gustado y mucho.

por Michael (Richter) Lun Oct 20, 2008 2:54 am

Por alguna razón sintió que quizás sus palabras no habían ayudado al chico, hasta que le vio sonreír y decirle gracias, asintiendo enérgicamente y respondió con un dulce de nada. Miró un momento al cielo estrellado, como si pensara en algún lugar, al final logró dar con un pequeño establecimiento, donde quizás venderían algo para comer.

Luego observo aquella reacción por parte del menor, enarcando una ceja al ver la emoción del otro, asintiendo dulcemente – Quizás sea eso, quizás simplemente necesito ayuda… y si vas a ser tú, pues no me negare- comenzando a caminar lentamente mientras volvió a mirar al joven de reojo y para escuchar las palabras de entusiasmo sobre la comida, en realidad él mismo estaba igual, pero lo oculta muy bien.

Coloco sus manos en los bolsillos mirando al otro – Bueno, pues es una larga historia… en realidad son varias y algunas no tienen un final feliz, sin mencionar los parientes que te culpan por no haber logrado salvar al paciente… solo se que, a veces se cometen errores, pero nosotros no deberíamos… al menos no nos podemos dar ese lujo- su voz menguaba a un tono más oscuro y casi en susurro, hablar de eso no era fácil, pero si alguien le escuchaba se sentía mejor.

Luego de un momento se calmo, volviendo a sonreír y con su tono de voz de siempre – Pero tengo curiosidad… ¿Por qué quieres ayudarme?- pregunto mirándole de reojo en un tono inocente con una sonrisa amigable, mientras el viento soplaba en dirección contraría, jugando con sus largos cabellos, llevándolos hacia atrás.

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