Dando una Vuelta (PVDO)

Suspiro mientras ando por el camino que me llevaba a un supuesto lago de los deseos, No iba alli a desear nada. No tenia nada que desear, solo exploraba el arcadia y sus sitios. Llevaba unos jeans azules y un polo negro junto con las zapatillas de deportes negras. Tenia una chaqueta en la mano derecha de color negra.

Miro con cuidado todo el sitio, eran de cesped verde y bastos arboles. De repente me dieron ganas de desear algo. No sabia el que. Quizas y solo queria un trago. Miro a un chica que andaba por alli era de cabello rosa. La miro unos segundos, asi veia que hacian las personas cuando estaban en el lago de los Deseos.

Estaba paseando por el lago, llevaba uno de los kimonos que ella misma se había confeccionado: negro, con largo hasta las rodillas por delante y el obi de color rojo. Le gustaba andar por la orilla del lago y, si encontraba una roca, sentarse con los pies en el agua. Caminó por el borde hasta que encontró una roca que parecía ser cómoda y se sentó en ella, hundiendo los pies en el agua.

Se recogió el cabello con una cinta de seda roja, dejando su delicado cuello al descubierto. Hacía algo de calor, por lo que la suave brisa en su piel le estaba sentando de maravilla.

Que hermoso día.

Mientras me acercaba a ella, la escucho comentar al aire lo hermoso del dia. A mi me parecia algo normal. Era un dia. Camino hasta llegar donde ella se encuentra.-Buenos Dias- le digo a pesar de ser enviado por un impulso a hablar con ella. Cosa que no hacia a menudo. No era muy recomendable dejarse llevar por ellos, podrian traer problemas. -Te importa si te hago un poco la compania?-Le pregunto mirandola, sin frialdad, pero sin dulzura.

Giró el rostro hacia la voz y lo miró sorprendida. No había esperado encontrar a nadie en el lago a esa hora. Le sonrió, inclinando la cabeza levemente y saludándole de ese modo.

Claro, siempre es más agradable tener compañía.

Se quedó mirando al recién llegado unos instantes más, mirando de nuevo al frente con las mejillas sonrojadas. Era bastante atractiva, no podía negarlo y tampoco quería hacerlo.

Supongo que a veces es nesesaria la compañía-le digo a pesar de que no me sentia solo. Ni tenia ganas de nada, era bueno conocer a alguien mas. Me Siento a su lado y la miro-Tu Kimono es muy bonito-Le comento, tenia mucho tiempo sin ver uno. Mi trabajo era mas de ropa negra y en casos extremos la bata blanca de doctor.

Gracias, lo he confeccionado yo misma.

Lo tenía algo recogido para que no se le mojara. Le había costado el salario de tres actuaciones comprar las telas para hacerlo.

¿Puedo saber con quien tengo el placer de hablar?

Claro...Que descortes he sido-Digo sonriente y posando mi mirada en el lago. -Soy Dylan-Le digo.- Pero ahora como el extraño no soy yo te toca.-Repongo sonriente.-¿Con quien tengo el placer de hablar?

Me llamo Lyoko, mucho gusto señor Dylan.

Le sonrió de igual forma y perdió su mirada en el lago nuevamente. Tenía los pies metidos en el agua, moviéndolos de forma infantil. En un descuido cayó al agua, flotando con dificultad debido al kimono que ahora pesaba.

Señor Dylan... ayúdeme por favor...

Le sonrio, pero me sorprendo al segundo cuando veo que cae al agua. Flotaba con dificultad. Entro al agua sin pensarlo a buscarle. Era un lago, por lo que la corriente no se la llevaria. Llego hasta ella que ya estaba muy abajo y con mis manos la tomo por el pequeño cuerpo que tenia. Le agarro bien y voy rumbo a la orilla.

Al llegar, la pondo en el suelo y alli le miro rapidamente, una revision medica con mucha destreza. Miro el pulso, miro sus pupilas, no tenia agua en los pulmones. -Por ahora estas bien.-Le digo recostandome al lado de ella.

[[Perdón, ya sé que te debo respuesta desde hace mucho, pero no tenía inspiración y he estado liada con médicos]]

Temblaba de frío, no lograba entender como había podido pasar aquello. Si no hubiera llevado el kimono habría podido nadar hasta la orilla, pero la tela absorbía bastante bien el agua y no le había dado tiempo nada antes de sentir que se hundía.

Las manos del hombre sujetándola y llevándola hasta la orilla era lo único que podía notar, estaba casi inconsciente. Una vez en la orilla comenzó a toser, aunque no había tragado agua se sentía bastante mal. Se acurrucó contra el cuerpo del mayor, tratando de buscar calor para no enfermar.

Le abrazo, quiza seria bueno llevarle al hospital de arcadia. Alli podria revisrle bien, si no habia contusiones o algo asi. Le miro la cara y tomo su pulso nuevamente, se estaban regulando y el color de su cara volvia. -¿Que tan mal te sientes?-le pregunto

Muy... cansada... y con... mucho frío...

Temblaba violentamente, pues estaba completamente empapada y el aire frío que recorría el lago no le ayudaba en absoluto. Deseaba ir a un lugar más calentito, pero no se atrevía a pedírselo al hombre.

La chaqueta empapada no servía de nada y no tenia nada con que darle calor. –Bien, mi casa no esta lejos.-le digo además de que allí, podría encontrar algunas cosas para ayudarle, tomar la temperatura y escuchar su corazón.



La acomodo en brazos, y comienzo a caminar hasta la casa.

No... no quiero... ser una... molestia...

Temblaba visiblemente, un poco de calor no le vendría mal pero tampoco quería invadir el espacio del mayor.

No seras una molestia-le miro y sabiendo que le faltaba calor, la aprieto mas contra mi. Acelrando el paso para llegar a la casa.

Llego y abro la puerta, era una chica relativamente pequeña para mis dos metros. La sostengo y entro a la casa.