Tarde de descanso -Libre-

Llevaba unos días trabajando en un caso que le llevaba de cabeza. El desgraciado que quería hundir a su cliente era bueno, tenía que reconocerlo pero él era mucho mejor y pensaba descubrirle. Por el tipo de trabajo estaba comenzando a sospechar quien podía ser el culpable, lo que le llevaba al callejón sin salida en el que se encontraba en ese momento. Si era la persona que pensaba, sería un problema acabar con él pues su padrastro podría sentirse ofendido.

Tenía que pensar muy bien los movimientos a realizar, cualquier error de cálculo por mínimo que fuera sería su perdición. Desgraciadamente había tenido que eliminar a dos de los abogados que trabajaban para él, pues habían sido infiltrados para retener algunas informaciones que podían ser importantes para su jefe. Tras librarse de ellos había recuperado los papeles y logrado avanzar más en la búsqueda del culpable, pero todo lo había llevado a un nombre que hubiera deseado no ver.

No llevaban la misma sangre pero sí el mismo apellido. Habían sido criados y educados por la misma persona, se habían tratado como hermanos hasta el día que sus servicios fueron contratados por los Arcadia. Ese hecho no le gustó en absoluto a su hermanastro y por eso ahora estaban en esa situación.

Veremos que sale de todo esto, pero no te saldrás con la tuya... Max.

Murmuró las palabras antes de dar un sorbo al café que tenía frente a sí, su hermanastro no iba a vencerle en su terreno. Era el mejor abogado de la ciudad por un motivo y le iba a demostrar porque lo consideraban como tal.

Un lió total se hallaba en su cabeza, le jodia de sobre manera que hubiese "tinterillos" manejando las leyes en la ciudad, el capturaba a distribuidores de droga extranjeros esos que venían con ínfulas de poder a pavonearse en el que era su territorio, para así dejarse el campo libre y como resultado tenia a un maldito italiano libre y restregándole en su cara que comenzaba a tener un poderío mínimo por encima del suyo.

Estaba en una mesa en el centro de la cafetería removiendo papeles buscando "algo" para refundir en la cárcel tanto al italiano como a su abogaducho.

Tenia varias colillas de cigarro sobre el cenicero y ya iba por la tercera taza de café, había pruebas claro que las había pero estaban bien cubiertas.

Si algo le acarreaba un dolor de cabeza mas intenso que su hermano era que le jodieran las ganancias.

Desesperado arrojo al suelo el lápiz que sostenía y se cruzo de brazos mostrándose malencarado, conocía a casi todos los abogados y este no seria el primero que se lo fastidiaría.

El ruido de algo caer llamó su atención, viendo un lápiz en el suelo y a su dueño con cara de pocos amigos con papeles que parecían los informes de algo. Si buscaba pista en esos informes... tal vez pudiese ayudarle. Se levantó de su asiento, pidiendo que llevaran dos tazas de café a esa mesa y se acercó hasta el lugar. Recogió el lápiz y se colocó tras el hombre, hojeando rápidamente el folio que tenía frente a sí y marcando unos datos que parecían haber pasado desapercibidos para el otro.

¿Buscaba algo como eso?

Lo que acababa de señalar incriminaba a una persona, pero era algo que no le afectaba en absoluto, a menos que el implicado perteneciera a los Arcadia. Pero ese no era el caso, conocía a todos los que trabajaban para Nergal y el nombre que figuraba en ese informe no era uno de ellos.

Soy Rupert Donovan, espero no haberle importunado con mi presencia.

Se soprendio por la presencia detras de el, y mas por las anotaciones que hizo sobre sus papeles claro que no era cosa que no supiese, mas bien era como encaminarlo para que las cosas salieran como el queria.

-Tan solo faltaba señalarlo...pero agradezco el que lo halla hecho.

No se tenso ni penso con segundas intenciones con respecto a la reaccion del otro, no hasta que escucho su apeido y dedujo del porque de aquellas señalizaciones tan certeras.

-No importunas, es mas abusare de ti ya que se por tu nombre quien eres sientate por favor.- indico con un ademan la silla cercana.

Olvidaba que todos en esta ciudad parecen conocerme por una u otra razón.

Tomó asiento frente al hombre, entregándole el lápiz que previamente había recogido del suelo. Las tazas de café llegaron en ese instante, siendo retiaradas las vacías y sustituido el cenicero por uno limpio. Los chicos estaban bien enseñados, sobre todo si sabían lo que les convenía.

¿En qué más puedo ayudarle?

Cogió uno de los folios y lo leyó detenidamente, sacó de su maletín un par de folios y un boli y comenzó a escribir algunas cosas que podrían servirle al hombre, aunque aún no supiera de quien se trataba.

Aún no me ha dicho su nombre.

-Es normal si uno se hace "fama" de la buena, aunque no es tan malo mejor diablo conocido que diablo por conocer...a mi juicio.

Tenia en entendido por sus contactos que Rupert era un abogado "estrella" dentro de Arcadia, muchos de sus allegados recurrian a el para salir de problemas afortunadamente su persona nunca habia necesitado de sus servicios.

Le miro hacer lo que sabia increible que tuviese esa sapiencia aun sin saber de que asunto se trataba.

-Tachibana Leonard, la ayuda que necesito de ti es simplemente indicatoria, tengo las pruebas, tengo papeleo..tengo el crimen...todo pero lo que no tengo son "medios" para que los culpables salgan a juicio por un crimen ligado al que cometieron porque como sabes no se puede enjuiciar a la misma persona por el mismo asunto.

Lo sé, lo que no me explico es porque no lo hicieron anteriormente. ¿Tan bueno es el abogado que lo defiende? Por casualidad ¿conoce su nombre?

Seguía mirando los papeles que el hombre tenía sobre la mesa, sacando alguna que otra cosa que era de interés para el caso que ese detective llevaba. Leonard Tachibana, pertenecía a los suyos, estaban en el mismo bando por eso le ayudaba tan abiertamente. Además, nadie podía decirle que era traición pues sólo estaba dando las pautas a seguir al detective.

Podría darle un mayor asesoramiento si tuviera ese dato, ya que sabría su modo de trabajar y como ayudarle a que no pueda salvar a su cliente.

Siguió anotando cosas que le parecían importantes y enlazándolas con otras que realmente lo eran, dando cada vez más unión a dos casos que, en apariencia, nada tenían que ver.

-Dimelo tu...tiene el mismo apeido que tu tienes.

Contesto no sabia si eran familia o algo asi.

Era bueno pertenecer a los arcadia, simplemente recibir ayuda "por nada" era beneficioso solo tenia que tener cuidado la gente aquella era poderosa y no queria arreglarlo a su "modo".

-Es una custion compleja, digamos que sobornaron mas que yo...el pez era gordo y sin duda se consiguio a un abogado de buena pinta que lo saco del problema.

¿Mismo... apellido? ¿Alfonse Donovan o... Máximo Donovan?

Si era el primero, le ayudaría pero sin hundir a su "padre", si se trataba del segundo ayudaría a hundir también a éste. Así que uno de los dos era el abogado. Su padrastro era bueno, pero sabía que él era mejor. Max... era harina de otro costal. Tenía la absurda idea de que por ser el mayor era mejor abogado.

Cualquiera de los dos, sé cuales son sus modos de operar y como neutralizarlos.

Deseaba que dijese el segundo nombre, pues así mataba dos pájaros de un tiro. Ayudaba al detective Tachibana y él resolvía el pequeño problema que tenía con su hermano a causa de lo que intentaba hacerle a su jefe.

-El primero lo asesora y el segundo fue quien llevo el caso de lleno.

Confirmaba que ambas personas eran conocidos de el, era interesante el nunca habia dicho que eran dos, familia eran entonces.

-Sabes bien que estos negocios pueden afectar a Nergal, nunca he tenido que recurrir a tus servicios pero confieso que el ramo legal no es lo mio.

Con esos nombres en medio... dejan de ser asuntos de Nergal.

Su mirada se endureció a tal extremo que parecía una persona completamente distinta a la que se había sentado ante el detective momentos antes. Tenía su forma de hacer las cosas cuando no quería salpicar a sus jefes.

Además... uno de ellos pretende hundir a Mythos Arcadia, por lo tanto es un trabajo que tenía que hacer de todos modos. Y si piensas que somos familia no vas desencaminado; son mi padre adoptivo y mi hermanastro. Contra mi padre no tengo nada, él sabe que no tiene nada que hacer contra mí. Sin embargo...

Se crujió los nudillos antes de acercarse algo más al detective, como si fuera a hacerle una confidencia muy importante y que no debía ser oída por nadie más.

Max es otro asunto a parte, si acaba en la cárcel junto a su cliente mucho mejor. Además... acabas de encontrar a un aliado muy valioso, ese hombre mató a mis padres biológicos y también sé como trabaja... en todo lo que tenga que ver con él puedes contar conmigo. Y, por cierto, este no es el mejor sitio para hacer estos trámites. ¿Vamos a la mansión o tienes un lugar mejor donde ir?

-Enfocate Rupert..esta por demas decirtelo pero cuando la venganza esta de por medio las cosas no salen bien, y quiero...no te exijo que lleves este caso de forma "habil".

El juicio anterior habia sido tan rapido, tan preciso que ni siquiera el habia tenido tiempo para impedir que los otros hicieran sus jugarretas.

-No me importa si quisieras arruinarlos a los dos, tu razones como explicas las tienes..y mas si eso involucra a otros de los nuestros como lo es Mythos.

Apenas inclino su oido para escucharlo, no sabia porque le daba tanta informacion pero tampoco el sabia si mas adelante la usaria.

-Trato hecho entonces Rupert...y no quiero rechazar tu invitacion para revizar estos papeles pero no deseas mejor que sea en mi casa...podria levantar sospechas que alguien me viese contigo y entrando a tu casa.

La mansión es la casa de Nergal, no la mía. No sería extraño ver a dos miembros de los Arcadia entrando a ella, pero si lo prefieres así... vayamos a tu casa. Aunque aquí hay buenos chicos, no me fío del todo.

Comenzó a recoger las cosas y llamó al chico que le había atendido antes. Le pidió la cuenta mientras guardaba lo que había escrito en su maletín y entregaba los otros papeles al detective.

Se mantener la cabeza fría a pesar de querer venganza, señor Tachibana. No sería la primera vez que me enfrento a mi hermanastro en un juicio.

Había utilizado su apellido, pagando la consumición de ambos comenzó a caminar hacia la puerta de la cafetería sin esperar por el detective. No le había gustado que le exigiera, eso sólo se lo permitía a Mythos y a nadie más.

Tenia caracter, demasiado para su gusto..y no negaba que por ello se hacia mas interesante verlo en "accion" claro que poco o nada importaba que como su "superior" pudiese mandarle de igual manera no haria caso a sus palabras.

Dio un sorbo al cafe y sonrio al mesero dejo una propina para el y le indico que le veria mañana.

Se encamino a la salida y espero a que el otro saliera el trayecto a su casa no era largo mas "ojos" podrian vigilarle.

Indagaria mas de ese extraño pique entre hermanos.

TOPIC CERRADO.