Soplo [Privado]

En cuanto vio, al salir del prostíbulo, a un montón de hombres trapichear en un bajo con un gran cargamento de droga, no dudó en llamar a la policía. La rápida aparición de los agentes hizo que todos aquellos kilos de droga fueran confiscados y detuvieran a los vendedores. Al parecer había pillado a aquellos tipos en plena venta. Nadie sabía quién les dirigía, pero quien fuera tenía un don para evitar a los policías ya que nunca le atrapaban. Los compradores parecían ser gente importante... según supo mientras le llevaban a la comisaría para completar el informe, el comprador había sido un miembro de la mafia. Alguien no demasiado importante, pero los policías le aseguraron que nadie sabría su nombre para que no tomaran represalias con él.

Una vez en la gendarmería le mandaron a hablar con el jefe del departamento de narcotráfico. Le dijeron que ya había sido informado de lo sucedido y que le esperaba para rellenar el papeleo. Así que se dirigió a la oficina indicada y tras llamar dos veces con sus nudillos abrió la puerta encontrándose con...

"¡Leonard!. Vaya... que suerte que seas tú quien trabaje en esto... pensé que me tocaría pasarme la noche con un viejo estirado..." dijo sonriendo aliviado y cerrando la puerta a su espalda. "Oye... ¿estás bien?. Pareces cabreado..." comentó, observando el rostro del moreno con atención.

Tal vez había tenido una mala noche...

Los casos de solplones siempre eran complicados mas aun si alguno de los implicados, como era su caso, le conocia. Sostenia una pluma con una fuerza tremenda sentado en su oficina mientras esperaba que susodicho se le fuese presentado previamente los agentes le habian dado la descripcion y era mas que obvio que se trabaja de la "fierecilla".

Habia perdido una cantidad de dinero considerable por aquella "aprension" y mas aun por sacar de la carcel a aquellos que estuviesen implicados, todo para que su nombre no fuese mencionado en los registros policiacos.

Aquel grito de su nombre hizo que la pluma de partiera en dos, tenia una cara seria...enfadada, temible para aquellos que le conocian.

-Callate y sientate.- comento cortamente mientras azotaba un poco el lapiz que ya habia alcanzado su mano para suplantar la pluma.

Realmente el moreno daba miedo. Debía de haberle pasado algo muy gordo para que tuviera aquella cara.

Sin atreverse a replicarle, obedeció sin rechistar, sentándose en una de las sillas que había al otro lado del escritorio, alejando sutilmente la silla de la mesa.

"¿Qué te pasa?." preguntó preocupado por el mayor, sin entender por qué pagaba con él los problemas que pudiera tener.

Se tranquilzo mermando las ganas de hacerle a Demian lo que se le hacia a los soplones.

-Eres un buen samaritano, denunciando narcotraficantes supongo entonces que nunca en la vida te has drogado con nada por el estilo.

Su seriedad anunciaba algo muy molesto, era incomodo darle explicaciones al rubio cosa que no haria, la confiscacion claro que correria de su parte y por supuesto que estaba enterado de la transaccion de droga solo que el "soplo" de Demian habia frustrado sus planes para dejar fuera a los de asuntos internos y ello le habia hecho perder una considerable cantidad de dinero con el que por supuesto ya contaba.

-Por tu causa he perdido muchas ganancias y no solo yo.

Al escucharle negó con la cabeza. Nunca se le había ocurrido meterse nada de droga en el cuerpo... si ni siquiera toleraba el café. Él era nervio puro ¿para qué iba a necesitar algo que le hacía estar 'a tope' cuando él vivía en ese estado contínuamente?.

Sin embargo no lograba entender del todo qué tenían que ver las ganancias del moreno con él.

"¿Por mi causa?." repitió evidenciando su confusión. "No entiendo lo que quieres decir..." añadió comenzando a temerse lo peor y mirando de reojo la puerta por la que había entrado.

¿Llegaría a tiempo antes de que Leonard se le echara encima si intentaba escapar? ¿los policías de fuera estarían también implicados...?

Como lo habia pensado Demian era un chico sano, solo amante de los placeres de indole sexual aunque fuese por trabajo que lo hacia, aunque tampoco pensaba que fuese de su agrado acostarse con tantos hombres o mujeres.

-No es preciso que lo entiendas.- menciono mientras observaba como el rubio miraba la puerta.

Se paro del escritorio mientras andaba, para situarse detras del rubio se agacho para susurrar algo a su oido.

-Estoy enfadado, si tienes la idea de huir no puedo garantizar tu seguridad, podria matarte en este instante pero me sirves mas con vida.

Claro que los agentes resguardaban la salida ¿que se pensaba? ¿que aquello era un jardin de niños?.

-Tu jefe se ha inmiscuido en un lio gordo por hacerse de la vista gorda en cuanto a permitir esa clase de transacciones en el prostibulo o en su zona conurvada, sabe que tiene que avisarme cuando eso pasa y esta vez creo que para su conveniencia se le "despisto" pero claro no contaba con que Demian..."chico sano" denunciaria esa mala accion.

Frunció el ceño, sin poder hacer nada cuando Leonard se colocó tras él para susurrarle al oído. La mención de matarle le asustó, pudo sentir su corazón cabalgar en su pecho, desesperado. Se había metido en un buen lío, y todo por querer evitar que cualquiera se envenenara con aquellos polvos blancos.

"Dios..." suspiró apoyando los codos en la mesa y su frente en las manos. "Pero... él no sabe que he sido yo, ¿verdad?. Quiero decir... si lo sabe y os he hecho perder tanto dinero me..." no pudo terminar la frase...

Se giró para mirar a Leonard, inseguro de lo que le iba a pasar o lo que iban a hacerle. Estaba claro que el moreno no era un hombre que dejara pasar las cosas así como así, y más si le había hecho perder una gran suma de dinero.

"¿Qué vas a hacer conmigo?. La culpa no ha sido sólo mía, fue mi jefe quien te engañó..." dijo, asustado pero tratando de no acabar a dos metros bajo tierra.

Podia escuchar aquel latir, no creyo que Demian estuviese nervioso por sus palabras le ofrecia seguridad no tendria porque preocuparse de nada, aunque claro debia recuperar lo perdido, los sobornos era cuantiosos.

-No lo sabe, tan solo sabe que hay un soplon obviamente tiene sus sospechas pero me encargare de "convencerle" para que no queden hilos sueltos que lo conduzcan a ti.

Le tomo del menton para alzarlo mirando esa expresion, asustada y vulnerable.

-No me gustas asi, cambia esa cara que ya dije que me sirves mas con vida; te hare un ofrecimiento y estara en ti si lo aceptas...tu jefe esta en el piso de arriba en la sala de interrogatorios, asi que creo que mas te vale cooperar ¿Estas interesado?.- le pregunto aun sin decir bien el trato.

Suspiró aliviado al saber que Leonard le ayudaría a que Nergal no llegara hasta él. No quería tener a sus matones detrás de él para liquidarle.

Le miró fijamente cuando le tomó del mentón y sonrió al escuchar que aquella cara no le gustaba. Miró hacia arriba cuando oyó dónde estaba su jefe y escuchó al moreno con atención, disminuyendo la sensación de pánico. Si podía salvarle con un trato, por lo menos lo escucharía...

"Supongo que sí..." contestó, mirándole con desconfianza. "¿De qué trata ese ofrecimiento?"

-Perdi dinero de mi bolsa en esto y tuve que sacar mas dinero del mismo lugar para acallar mi posible participacion con los narcos.

Explico mientras se dirigia a su lugar.

-Tengo que recuperar eso de alguna forma.

Se sento de nuevo para mirar al chico con un tanto de codicia.

-Fijare con tu jefe una tarifa que el perdera por carecer de tus servicios aparte claro de me dara el porcentaje que se genera por los actos privados que tuvieses regularmente, con eso recuperare lo perdido ...la cosa interesante aqui es que tu me perteneceras por el tiempo que la deuda siga.

Atendió a las palabras del hombre mientras le veía caminar de nuevo hacia su asiento. La mirada que le echó no le hizo pensar nada bueno... al menos nada bueno para él...

Al principio no entendió del todo lo que quería hacer, pero cuando le dijo que el dinero que produjera prostituyéndose iría a parar a sus manos comenzó a pillar la idea de Leonard. Sin embargo, no esperó que le dijera que le pertenecería durante el tiempo que durara toda la deuda.

El rubio se removió en su silla y frunció el ceño, mirándole como si no hubiera oído bien lo que había dicho.

"¿Que te pertenecería?." repitió para asegurarse de que el moreno había dicho exactamente aquello. "¿Sólo tendría que hacer actos privados para ti?." inquirió sin tener muy claras las intenciones que Leonard tenía con él...

No se imaginaba en la casa de Leonard, atendiéndole personalmente a cualquier capricho que tuviera. De hecho no había pensado que tuviera que salir del prostíbulo para pagar esa deuda, por eso estaba tan 'tranquilo' todavía...

-Quedo claro el significado de la palabra "pertenecer" ¿cierto?, si algun cliente solicita por ti y desea estar contigo no me opondre pero las ganancias iran a mi bolsa, si quiero privatizarte para mi estoy en libre derecho de hacerlo; a tu jefe le caera de perlas el trato y si tomo la decision de que seas tu es porque me gusta doblegar tu caracter tu vida esta en mis manos asi que piensa bien la decision que tomaras aunque claro no te estoy tomando mucho parecer solo te informo lo que hare pero conociendote seguro te opondras.

Dijo de lo mas tranquilo como si hiciese ese tipo de cosas a diario.

Abrió la boca sorprendido al terminar de entender lo que quería decir y frunció el ceño.

Pero qué se había creído. Una cosa era que le gustaran los tipos dominantes, pero otra muy distinta era que se metieran en su vida y comenzaran a manipularla a su antojo. Eso era algo que no podía permitir, no lo aguantaba... él no era ningún pelele que se dejara hacer por las buenas.

"¡Claro que me opongo!. ¡No soy un juguete!." exclamó levantándose de la silla de golpe, tirándola al suelo en el proceso. "Me importáis bien poco tú y mi jefe... el prostíbulo no es el único sitio del que puedo sacar dinero. De hecho, tengo lo suficiente como para largarme de aquí y olvidarme de todos vosotros." dijo paseándose arriba y abajo por el despacho, deseando largarse cuanto antes de allí. "No voy a ser tuyo... estoy seguro de que estas cosas siempre suelen salir como a ti te da la gana... pero esta vez te va a salir el tiro por la culata..." añadió, apoyando las manos en la mesa y plantándole cara.

Era una reacción bastante absurda. No tenía con qué amenazarle... no tenía nada contra él salvo tal vez acudir a un inspector para contarle los tejemanejes de los que Leonard formaba parte, pero sospechaba que el moreno se lo impediría mucho antes de que pusiera un pie en la calle con esa intención.
Aún así, no podía quedarse de brazos cruzados y aceptar ser la mascota sumisa del policía... él no podía ser así...

La reaccion idonea con la respuesta incorrecta, bien el habia expuesto el trato pero tampoco iba a obligarle a aceptar.

Decia esa palabreria como si su trabajo no fuese casi lo mismo, pagar por compartirlo unas horas era lo mismo que pagar por tenerlo todo el tiempo, sin duda era un hombre materialista pero las ganancias que le aportaba la venta ilicita de droga no eran solo para el. Tendria que darle una explicacion a Nergal de la perdida y dudaba que su jefe tuviese la paciencia que el le mostraba a Demian.

-Bien entonces, iras a hacer tu declaracion y dejaras una descripcion de las personas que viste obviamente te recomiendo que busques un buen abogado uno que sepa tratar con gente corrupta como yo, suerte en el juicio si vives para declarar en el claro esta.

Se puso de pie dirigiendose a la puerta para abrirla, si se sentia brustrado por no tener el plan que buscaba no lo demostraba, ya despues veria la forma de recuperar el dinero y mantenerse al margen de ser inmiscuido en aquel problema. Giro la perilla y dio instrucciones a los dos agentes para que llevasen al rubio a tomar su declaracion.

Esperó gritos, enfados, promesas de que sí que lo tendría sólo para él... esperaba cualquier cosa así, pero no que se levantara y se fuera por las buenas. Claro que tenía que reconocer que la mención de abogados y su propia muerte hicieron mella en él.

Estaba seguro de que Nergal no se andaría con chiquilladas con él. Seguramente de haberle hablado así a él ya le hubiera pegado un tiro...

Un sudor frío le recorrió la espalda y sintió como sus piernas flojeaban. Se había metido en aquel lío por imbécil... pero si tenía que salir de él prefería hacerlo con Leonard que con Nergal...

"Está bien..." musitó girándose y apoyándose en el borde de la mesa antes de que los agentes entraran en el despacho. "Acepto tu trato. Pero que lo acepte no quiere decir que vaya a cambiar mi actitud por ti." advirtió cruzándose de brazos y mirándole directamente a los ojos.

Tenía miedo de que se lo cargaran, como cualquiera en su situación. Pero no iba a dejarse hundir por Leonard. Si le quería le tendría... pero le tendría con todo lo que tenerle acarreaba...

El no pedia las cosas dos veces, eso era claro como buen militar que era sabia acatar ordenes pero solo de sus superiores en este caso su jefe no tendria clemencia por el y se tragaria el mal trato porque desde un comienzo fue su error no supervizar las cosas en persona como siempre lo hacia.

Dio una indicacion a los agentes para que esperasen.

Sin duda tenia miedo tanto o mas que Demian pero sabia controlarlo estaba preparado para morir, sufrir en el duro trance del castigo, asi era cuando te inmiscuias en la mafia tu vida le pertenecia al mas fuerte.

-¿Pones condiciones en tu situacion? bien que te hace pensar que yo aceptare, se hace lo que digo a la primera y sin chistar tu te negaste ¿porque abria de aceptar ahora tus palabras?, no soy tonto Demian y si quieres jugar a ser el rebelde que hace su voluntad te meto un tiro en la cabeza soluciono tu problema y me quedo con los mios.

Esa era su verdadera personalidad, dura, inflexioble, sadica y un tanto cruel.

Tampoco esperó aquella respuesta... desde luego aquel día se estaba llevando demasiadas sorpresas con Leonard, y todas desagradables. Sus palabras le hicieron hervir la sangre en las venas. No estaba acostumbrado a obedecer a la primera y menos aún a aceptar condiciones de otros, al menos no en una situación como aquella.

"Antes me caías mejor..." replicó bajando su mirada. "Vale... en ese caso seré un esclavo sumiso a disposición de mi señor..." añadió, levantando las manos y caminando hacia él, hablando con todo el sarcasmo del que fue capaz.

Se estaba envalentonando. Tal vez porque por el momento Leonard le daba menos miedo que Nergal, aunque estaba comprobando que ambos eran de temer...

Una cosa era su yo como amante de los placeres mundanos que hombres o mujeres podrian ofrecerle y otra muy distinta era el Leonard en el trabajo, en las ganancias y en la perdida de ellas, no habia vacilaciones ahi un error como el que ahora tenia entre manos le hubiese costado la vida a el y al resto de las personas que tenia metidas hasta el cuello en cuento al narcotrafico.

Suspiro cuando escucho a Demian el chico pensaba en verdad que sus desplantes le preocupaban, lo cual no era ni por un poco cierto.

-Una suerte es que no seamos mas nada que amantes de ocasion, no es mi cometido caerle bien a nadie.- el descaro con el que hablaba era mucho.- Y menos a ti.- la vida le habia endurecido y estaba claro que al unico al que tenia que darle cuentas era a si mismo.- Haras tu declaracion y seras claro en el hecho de que no miraste los rostros de los distribuidores de dogra...que solo te asustate y les denunciaste, ¿te quedo claro?.

Demian ni siquiera había pensado en que la vida de Leonard pudiera estar en peligro. Daba por hecho que era uno de los que dirigían todo aquel asunto de drogas, y si era uno de los dirigentes, su vida no peligraba. Claro que nada le aseguraba que eso fuera así. Pero sin saber por qué, algo de lo que dijo le hizo pensar en ello y darse cuenta de que no tenía nada sólido que le llevara a pensar así.
Tendría oportunidad de enterarse de más al respecto así que no se preocupó demasiado. No pensaba meterse con aquella gente ya que lo único que conseguiría un entierro con una madre llorosa y eso era algo que no quería... si podía se largaría de allí antes de implicarse demasiado. Aunque lo cierto es que ya estaba bastante mal...

"Cristalino..." contestó, manteniéndose impasible ante las palabras del moreno. "Pero pensé que la declaración de la haría a ti..." añadió frunciendo el ceño algo confundido, al fin y al cabo los agentes le habían metido en su despacho para eso.

Los estatus en la Mafia eran claros y tambien el poder, si fallabas no habia oportunidad para enmendar esos errores, por lo cual debia procurar que aquello no se le saliera de control y no llegase a oidos de los altos mandos.

Su plan no estaba muy fuera de la realidad, obtendria dinero por el cuerpo de Demian, el rubio saldaria la "deuda" que sin querer obtuvo y asi todos felices; aunque claro estaba que cuando te inmiscuias en la mafia fuese directa o indirectamente ya no habia marcha atras.

-No sera a mi, yo te escuchare detras de un vidrio de doble fondo, mi trabajo no es tomar declaraciones eso lo hacia hace diez años, aunque terminando saldras de aqui conmigo a tu lado, asi que no cometas mas estupideces y estate sereno.

Bufó con disgusto cuando escuchó que no cometiera más estupideces y asintió, mirándole algo mal.
Desde luego, si hubiese sabido que iba a acabar así no se le habría ocurrido llamar a la policía. Y eso que todavía no era del todo consciente de lo que se le venía encima. Hasta el momento había conocido a un Leonard muy distinto del que parecía ser en realidad.

Cuando terminaron de hablar, unos agentes guiaron a Demian a una de las salas de interrogatorios donde le esperaba un tipo con una grabadora y un montón de papeles sobre la mesa.
El rubio se sentó frente a él, algo inquieto y esperó las preguntas. ¿Aquel hombre trabajaría en el mismo departamento que el moreno?. Imaginó que no estaría al tanto de los asuntos que Leonard se traía entre manos, pero no creía conveniente arriesgarse a nada allí dentro y teniendo a Leonard en la sala contigua...

Sabia que su imagen era deplorable a los ojos del rubio, pero en aquella ciudad los buenos tenian precisamente lo que el en esos momentos, o se inclinaban hacia el mando de Nergal o sufrian las consecuencias.

Los agentes llevaron a Demian a la sala de declaracion, el se desplazo al cuarto continuo en el que observaba todo lo que se decia o hacia en el otro.

Afortunadamente tenia contralada la situacion en la comisaria, aquello era un mero tramite a hacer. La ronda de preguntas comenzo y vigilaba las contestaciones del rubio, evaluaria si salia a hablar con el jefe del chico para dejar todo listo.

Demian procuró contestar a todas las preguntas tal y como Leonard le había dicho que lo hiciera.
Dijo que todo había estado demasiado oscuro como para verles las caras, que estaba cansado después de haber estado trabajando toda la noche y que se limitó a llamar a la policía una vez que vio lo que aquellas personas estaban vendiendo. No tuvo más remedio que decirle quién era él y dónde trabajaba. Pero cuando le preguntaron que si creía que su jefe o alguno del personal del prostíbulo estaba implicado en aquello dio una respuesta negativa. Sabía que Nergal era el jefe de la mafia en aquella ciudad, pero no iba a decirlo en voz alta...

Una vez terminada la declaración el hombre salió un momento y le dejó solo en la habitación. Cuando el tipo salió, Demian pudo ver como dos agentes custodiaban la sala, así que consideró que sería mejor quedarse allí dentro sin armar jaleo... ya esperaría a que alguien le indicara lo que debía hacer...

Despues del a basta declaracion del rubio dio indicaciones para que no le dejasen solo y para que nadie con exepcion de el entrase a la sala de interrogatorio.

Subio las escaleras para encontrarse con el jefe del chico, un hombre que se envalentonaba con los multiples guardaespaldas que tenia pero solo era una piltrafa miedosa que venderia a su madre para salir del problema.

Se tomo la paciencia para explicar su situacion y luego fijo el "pago" para su silencio y no evidenciar que recibia ganancias a espalda de Nergal, por la venta de dogra. Claro que se atrevio a preguntar ¿porque Demian? seria el elegido ahi hubo una inventiva de su parte dejando a la vista su gusto por el rubio.

Despues de 10 minutos de platica "amena" dejo que se fuera marcandole que el limite ya lo habia cruzado si lo hacia de nuevo podia darse por muerto.

Entro a la habitacion donde Demian estaba para finiquitar la declaracion, llevaba una hoja en su mano con un colchoncillo para tomarle la huella digital.

-Firmalo y pon tu huella.- dijo tendiendole el papel.- No hace falta que lo leas.

Tras bastante rato esperando, un rato en el que faltó poco para que comenzara a aporrear la puerta para que le dijeran a qué puñetas tenía que esperar, Leonard entró con una hoja y un tampón con el que mojaría su dedo para dejar su huella.

Al escucharle miró con desconfianza el papel. La letra era casi diminuta y además parecía escrito en otro idioma. Los papeles jurídicos y administrativos nunca se le habían dado bien...

"¿Qué es?." preguntó cogiendo el bolígrafo, sin atreverse a firmarlo todavía.