Soplo [Privado]

-Tu declaracion por eso dije que no hacia falta que la leyeras, ¿quieres firmar? o deseas un abogado que te tenga aqui hasta pasado mañana.

Fue su respuesta no le estaba jugando chueco las palabras asentadas en la hoja eran las que habia dicho claro que era un documento oficial tenia que tener terminos juridicos.

Le miró con reproche y firmó al final de la hoja para después dejar su huella en el apartado correspondiente.

Después de aquello era lógico no fiarse de Leonard, tampoco hacía falta que le tratara así ahora que se había salido con la suya...

"¿Nos iremos ya?." preguntó de mala manera, esperando no tener que permanecer más tiempo en aquel sitio, aunque para ello tuviera que irse con el moreno.

-No hasta que mejores tu caracter, tengo muchos mas problemas como para agregar tu personalidad tan carismatica.

Tomo el papel una vez que lo firmo y puso su huella, salio al pasillo para dar las ordenes especificas para el tramite despues cerro la puerta y apago el intercomunicador para evitar que lo dicho se escuchase en el otro cuarto tambien lo ilumino para constatar que no habia nadie en el, solo asi hablo de nuevo.

-Para el pago de tu deuda, a veces te requerire en casa, y otras mas te vere en el prostibulo o en tu departamento del que ya se la direccion ahora bien...dame el numero de tu celular para tenerlo a la mano.

Bufó y se cruzó de brazos, recostándose sobre el respaldo de su incómodo asiento.
Observó como el hombre firmaba y salía a dar unas órdenes, pero se sorprendió cuando apagó el intercomunicador y después vio aparecer de repente la habitación contigua al otro lado del espejo.

Sin embargo, a medida que el hombre hablaba su sorpresa iba siendo más y más grande y también su preocupación...

No tenía problema en ir a su casa o al prostíbulo a darle unos servicios privados después de todo... pero que el hombre fuera a verle a su propio departamento le ponía nervioso, y que le pidiera su número de móvil le hizo descolocarse por completo.

"¿¿Qué?!" exclamó mirándole incrédulo. "Me da igual ir a tu casa o vernos en el prostíbulo. Pero no voy a dejar que entres en mi casa... y yo tengo clases y otro trabajo, no puedo estar siempre disponible para ti, así que olvídate de tener mi número de teléfono..." replicó decidido a cumplir su palabra.

Intentaría marcar unos límites y poner tantas condiciones le fueran posibles... al menos, debía intentarlo.

-Bien si no quieres darmelo de acuerdo, tu tendras la ventaja de encontrarme solo aqui, para lo que requieras digo por si acaso, aunque suelo estar lejos...de la comisaria y solo se me puede encontrar por el Cel, supongo que si pasara algo de relevancia tendrias que pedir ayuda a cualquier policia de esos comunes y corrientes.

Era un tanchajista, dicho aquello apago las luces del cuarto contiguo y encendio el interruptor apagado.

-En cuanto a ir a tu casa no tienes de otra, si no puedo verte te esperare tiempo me sobra de verdad que pones muchos peros a salvaguardar tu vida otro en mi lugar te hubiese usado de chivo espiatorio pero si lo decides aun puedes estar en una hora..en la carcel...

Se dio la media vuelta...y abrio la puerta indicandole que saliera.

Abrió los ojos, sin poder creerse que le estuviera contando todo aquello, chantajeándole de mala manera. Le miró medio rabioso cuando escuchó lo siguiente y se levantó de golpe, saliendo de la habitación en cuanto se lo indicó, tenso y cabreado.

No sólo tendría que atenderle en el prostíbulo sino que además tendría que hacer horas extra en su propia casa... Lo mejor sería limitarse a atender a Leonard y a alguno más para no terminar medio muerto de cansancio. Después de todo podía trabajar y ganar lo suficiente con Auguste.

"Está bien... te daré mi número. Pero agradecería que le dijeras a mi jefe que no cuente conmigo para trabajar tanto como lo llevo haciendo hasta ahora, imagino que a ti te hará más caso." dijo apuntando su número en un papel y dándoselo.

Siempre podía apagarlo si no le convenía hablar con él.

Bien le agradaba convencer a su manera y al parecer Demian ya se habia percatado de ello.

Sostuvo el papelito antes de salir para guardarlo en su chaqueta.

-Tranquilo tus ganancias son para mi asi procurare no molestarte mucho no te preocupes aunque claro tu jefe ya tiene la indicacion de que soy prioritario para que me atiendas no suelo dejar cabos sueltos y tampoco te cotizaria para mi las 6 u 8 horas que pasas en el prostibulo, si te parezco descarado espera a ver lo demas.

Anduvo hacia afuera haciendo un ademan de la mano para que lo siguiera.

-Por cierto mas vale que tengas ese telefono prendido...no querras que moleste a tu madre a altas horas de la noche para preguntar por el paradero de su hijo, importante testigo en un caso de narcotrafico.

Fuera ya era noche cerrada y él tenía un sueño de muerte, pero eso no impedía que sintiera el impulso de tirarse de los pelos cada vez que oía hablar a Leonard.

Ahora estaba claro que le pediría al encargado una reducción de su horario, tal vez a la mitad... o sólo dos horas... estaría bien... ganaría bastante y podría descansar bastante. Sin embargo, cuando escuchó lo de llamar a su madre tuvo que hacer un gran esfuerzo para no estamparle un puñetazo en la cara.

"Eres un cerdo y un desgraciado... ¿lo sabías?." siseó con un tono de voz helado, mirándole con odio mientras le seguía. "Lo tendré encendido, pero si estoy en casa o trabajando fuera del prostíbulo no lo cogeré..." replicó con el ceño fruncido.

Salieron al pasillo de la comisaria despues se despidio del personal reiterando las ordenes.

Ambas figuras llegaron a la puerta principal para luego salir de ella.

Sabia bien que su imagen ante el rubio era deplorable pero como dijo antes no importaba mucho, sus decisiones eran tomadas con temple y no solo era su vida la que estaba en juego.

-Lo se, no eres el primero que lo dice y ten por serguro que lo contestaras no eres tan tonto.- hizo una llamada rapida y enseguida se escucho un timbrazo era el telefono del rubio.- Ya tienes mi numero de ser tu lo conservaria de forma segura.

Refunfuñó por lo bajo y cogió su móvil cuando sonó para guardar el número de Leonard en la memoria del teléfono.

"¿A dónde vamos?. Si es que puede saberse, claro..." inquirió, realmente molesto con aquella situación.

Aunque le sorprendía bastante que Leonard todavía no hubiera perdido los estribos con él, estaba resultando ser más paciente de lo que parecía.

Salieron de la comisaria directo a la calle en donde su auto estaba aparcado.

-A mi casa.- fue la respuesta que le dio cuando abrio la portezuela del lado contrario al conductor.- ¿Que esperas subete?.

En lo referente a negocios el siempre se mantenia centrado actuar de forma impulsivo le haria cometer errores que luego lamentaria pero eso no queria decir que a solas no se convirtiese en el volatil de siempre.

Le siguió hasta que el hombre abrió el coche y escuchó su respuesta. Lo que menos le apetecía en aquel momento era ir a casa de Leonard, seguramente a terminar de aceptar aquel pacto de forma 'física'. Estaba cansado, tenía sueño y necesitaba algo de tiempo para asimilar aquello. Aunque no creía que Leonard fuera a aceptarlo con tanta facilidad. Aún así, tampoco creía que fuera a secuestrarle en el aparcamiento de la policia...

"La verdad es que ahora mismo no estoy de humor para ir a tu casa..." replicó, reticente a meterse en el coche de Leonard, manteníendose de pie y quieto.

Tenia un stress barbaro y obviamente planeaba desfogarse con el trasero de Demian pero como siempre el rubio hacia gala de su forma malencarada de tomar las cosas. Le dolia la cabeza y la verdad no queria discutir mas pero aquello solo incrementaria su mal humor.

Azoto la puerta con una fuerza tremenda y le dirigio una mirada de muerte al chico.

-De acuerdo.- fue simplemente lo que dijo para desplazarse al otro lado y abrir la puerta del conductor.- De ser tu iria a trabajar...tienes una gran deuda que pagar me apresuraria para que asi que deshagas de mi en cuanto puedas mocoso.- acceso al auto necesita una ducha y dormir, claro estaba compañia conseguiria en el camino a casa.- encendio el auto para despedirse.- Ten un buen dia.

No le hizo falta mucho para saber que Leonard estaba de mal humor, la forma en la que cerró la puerta fue más que suficiente. Al ver aquella mirada retrocedió un poco, dejándole también espacio para que abriera la puerta el conductor y se metiera dentro.

Estaba demasiado cansado incluso para gritarle o ponerse a despotricar como era su costumbre, así que dejó que las palabras del hombre le resbalaran como si se trataran nada más que de aire.
Lo único que haría ahora sería ir a casa y dormir hasta tarde. Cuando Leonard se despidió de mala manera, Demian simplemente se quedó mirando como se iba y, tras suspirar algo apenado, comenzó a caminar camino a su casa.


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